Receta de trucha a la navarra

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La trucha a la navarra es una tradicional receta de la gastronomía navarra, como su nombre indica. Y es especialmente interesante porque conjuga, en un mismo plato, la carne con el pescado.

¿Qué es la trucha a la navarra?

La trucha a la navarra es un plato que se elabora en la cocina tradicional navarra y que destaca porque aúna la carne con el pescado. Así, es una receta tan sencilla como popular, para la que se necesitan muy pocos ingredientes, con los que se logran un plato lleno de sabor.

También es cierto que esta receta cuenta con diferentes versiones, en función a si son más o menos tradicionales. Por ejemplo, hay quien utiliza bacon o panceta, en lugar de jamón. También hay quien apuesta por una presentación diferente: enrollando la trucha en la loncha de jamón y haciendo un rollito, con un palillo de dientes atravesándolo. Aunque, en cualquier caso, la combinación de carne y pescado se sigue respetando.

Eso sí, para que la receta sea fiel a este plato típico es necesario que el elemento principal vaya acompañado de unas patatas. A estas patatas se les espolvorea perejil, y aunque tradicionalmente se suelen freír con aceite, también es ya muy común hacerlas rápidamente al microondas (los cuales se han convertido ya en una herramienta más de la cocina, como éstos).

Veámos, paso a paso, cómo se elabora esta receta tan típica de la cultura navarra.

Ingredientes para la trucha a la navarra

Los ingredientes para preparar una sencilla trucha a la navarra para dos comensales son los siguientes:

  • 2 truchas enteras y limpias.
  • 4 lonchas de jamón ibérico.
  • 500 gramos de patatas pequeñas.
  • 6 dientes de ajo.
  • Perejil fresco picado.
  • Harina de freír.
  • Aceite de oliva.
  • Vinagre de vino blanco.
  • Sal.
  • Palillos de dientes.

Elaboración de la trucha a la navarra

Una vez se tienen preparados todos los ingredientes, es momento de ponerse manos a la obra con la elaboración de este rico plato. Lo primero que hay que hacer es preparar el elemento principal, la trucha. Para ello, hay que seguir los siguientes pasos:

  • Abrir las truchas y lavarlas, tanto por dentro como por fuera. Una vez estén limpias, secarlas adecuadamente con papel de cocina.
  • Rellenar cada trucha con dos lonchas de jamón serrano y cerrarlas con unos palillos de dientes. Esto permitirá que no se abran cuando se vayan a freír.
  • Calentar en una sartén grande abundante aceite de oliva.
  • Mientras el aceite se va calentando, enharinar bien las truchas por ambas caras.
  • Poner el aceite a fuego medio y empezar a freír las truchas.
  • Esperar a que estén doradas y retirarlas.
  • Al retirarlas, colocarlas en un plato sobre papel absorbente, para eliminar así el exceso de aceite.
  • Retirar los palillos de dientes.

Una vez están preparadas las truchas, que son el elemento principal de esta receta, es el momento de ponerse manos a la obra con el acompañante. En este caso, para ser fieles a la receta original, se trata de unas patatas al ajillo.

La elaboración de estas patatas es muy sencilla y, como se ha comentado anteriormente, se pueden preparar incluso al microondas. Pero así se cocinan originalmente:

  • Cortar las patatas en rodajas.
  • Filetear el ajo y picar el perejil.
  • Poner un poco de aceite de oliva en una sartén y, cuando esté caliente, añadir las patatas, el ajo y el perejil.
  • Cuando las patatas estén casi listas, añadir un poco de vinagre de vino blanco y dejar reducir durante cinco minutos.
  • Cuando haya reducido, servir las patatas junto a las truchas.
  • Añadir un poco más de perejil picado espolvoreado por encima y estarán listas para consumir.

Así de sencillo y rápido es esta receta típica navarra, la cual se convierte en un plato de los que no se olvidan, por su sabor y contundencia.

Un poco más de historia sobre la trucha a la navarra

Esta conocida receta es tan sabrosa como curiosa, pues lo cierto es que tiene una historia de lo más interesante que la acompaña. De hecho, hablar un poco de esta historia o estas peculiaridades la convierten en un plato todavía más llamativo y que debe conservarse.

Y es que el origen de este plato puede remontarse al siglo XII, pues en el Codex Calixtinus de la época, el monje benedictino Aymerich Picaud ya alaba esta elaboración en los itinerarios de la ruta jacobea. Es decir, que esta receta ya acompañaba a los feligreses que iniciaron su camino a la tumba de Santiago el Mayor (el actual Camino de Santiago).

Pero no solo eso, sino que la trucha a la navarra también ha encontrado su lugar en la literatura: el conocido escritor Ernest Hemingway la nombra en una de sus obras, haciendo referencia a una tasca navarra, como homenaje a un amigo suyo que falleció durante un encierro en Pamplona.

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