Ayuntamientos rechazan el cierre de la oficina forestal en Leitza y el Guarderío asegura que no "merma" el servicio

Foto: Parlamento de Navarra
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El alcalde de Leitza, Mikel Zabaleta, ha defendido, en una comparecencia en el Parlamento junto con el resto de alcaldes, que "no es incompatible una reorganización interna" con el mantenimiento de este servicio.
Ayuntamientos rechazan el cierre de la oficina forestal en Leitza y el Guarderío asegura que no "merma" el servicio

Los ayuntamientos de Leitza, Arano, Areso y Goizueta han rechazado el cierre de la oficina del Guarderío forestal en Leitza, efectuado el pasado 20 de diciembre, y han pedido al departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra que mantenga y "refuerce" este servicio. Por el contrario, el Servicio de Guarderío del Ejecutivo foral ha enmarcado este cierre en una "reorganización" que "no supone una merma" en el servicio.

El alcalde de Leitza, Mikel Zabaleta, ha defendido, en una comparecencia en el Parlamento junto con el resto de alcaldes, que "no es incompatible una reorganización interna" con el mantenimiento de este servicio. Ha explicado que este servicio "siempre ha tenido mucha importancia" en la zona, sin embargo, el Gobierno foral ha ido "reduciendo el servicio en los últimos años" y, finalmente, el 20 de diciembre lo cerró para centralizar el servicio en Irurtzun. Una organización que "aleja a los guardas forestales de nuestros bosques y montes más de media hora", de manera que "se perderá al día una hora más con esta nueva zonificación".

Igualmente, ha rechazado los argumentos del Gobierno foral para este cierre, basado en que "en los últimos seis meses sólo un ciudadano" había acudido a la oficina, en "razones organizativas" y asegurando que el servicio "no empeorará". Ante ello, Zabaleta ha destacado que el Ejecutivo "sólo tiene en cuenta las dos horas abiertas al público" pero los ciudadanos "llaman al guardia y conciertan con él una cita". Datos que "no se han tenido en cuenta". Igualmente, ha considerado que no se ha tenido en cuenta el nuevo mapa local aprobado en 2019.

"Una cosa es organizar grupos de trabajo de guardas forestales para una organización más eficiente y otra es cerrar una oficina de referencia y dejarla fuera de la comarca", ha subrayado. "Teníamos un activo y esa coordinación nos daba una mayor eficiencia y cercanía", ha afirmado. A ello ha sumado la despoblación y el envejecimiento en la zona y ha criticado el cierre de servicios en zonas rurales que "causa un daño tremendo". "Si no se apuesta por mantener los servicios públicos en el medio rural" se "pone en peligro la pervivencia de los pueblos", ha advertido.

Por otro lado, ha criticado que en un momento de cambio climático, "en lugar de aprovechar el servicio", con una "actitud más proactiva", se ha cerrado. "En el año en que hemos sufrido los incendios más graves en Navarra, tomar la decisiones de cerrar la oficina va en contra" de lo que el servicio exige, ha criticado Zabaleta, que ha recordado que Areso está incluido en la zona de alto riesgo de incendios forestales.

UNA "REORGANIZACIÓN INTERNA" QUE NO "MERMA" EL SERVICIO

Por su parte, en otra comparecencia parlamentaria, Gloria Giralda, directora del servicio de Guarderío, ha enmarcado este cierre en una "reorganización interna" que, ha asegurado, "no supone una merma del servicio sino todo lo contrario, una mejor organización y una mejora del servicio a la ciudadanía".

Giralda ha explicado que no se trata de "oficinas de atención al público" sino que es el lugar de trabajo de los guardas forestales. Al respecto, ha explicado que la atención al ciudadano se realiza mediante instancias, llamadas de teléfono a la demarcación o el Departamento o por redes sociales. Ha remarcado que "acudimos donde está el ciudadano", que "no tiene que venir a nuestra oficina para nada".

Así pues, ha dicho el mantenimiento de una oficina "no nos aporta nada" mientras que "tener a todos los guardas juntos supone que podamos cubrir mañanas, tardes y fines de semana y ponernos a salvo de contingencias" como puede ser la baja de un trabajador.

Ha afirmado que "entendemos la preocupación de los ayuntamientos" para lo cual se están manteniendo reuniones con ellos con la intención de hacer una evaluación de esta nueva organización pasados entre seis meses y un año. En todo caso, ha remarcado que "no es ningún recorte, es una reorganización"; de hecho ha explicado que en la zona de Sakana-Mendialdea se van a sumar dos personas más.

NA+ Y EH BILDU CRITICAN EL CIERRE DE LA OFICINA DE LEITZA

El portavoz de Navarra Suma, Miguel Bujanda, ha manifestado que "no nos gusta que se quiten servicios en las áreas rurales y más sin tener un consenso con la gente que vive en el territorio". Y ha criticado que el departamento de Desarrollo Rural "nos tiene acostumbrado a actuaciones de este tipo sin contar con quienes vivimos en este medio". Igualmente, ha destacado que es un "momento importante de cambio climático, de consensuar las acciones" con los ayuntamientos de la zona.

Por su parte, el socialista Javier Lecumberri, ha afirmado que "es indiscutible que todos" están "deseando y queriendo dar un buen servicio, vamos a ver en cómo damos un buen servicio". Se trata de ver si estos cambios "mejoran o empeoran el servicio que damos a los ciudadanos", ha apuntado. En este sentido, ha señalado que "en un mundo que va cambiando, con unos ciudadanos que solicitan cosas distintas" y una mejora en la movilidad, "tenemos que ir adaptando nuestra Administración para dar el mejor servicio". En esa línea, ha dicho, "ha estado la evolución organizativa del servicio".

El representante de Geroa Bai, Pablo Azcona, ha afirmado que comparte la "preocupación" por el cierre de esta oficina que responde, ha dicho, a una "zonificación implantada en 2005". En este sentido, ha explicado que en esta legislatura "no se ha dado pasos para una reorganización del mapa local" ya que "no hay una mayoría parlamentaria" para avanzar en esta cuestión. Ha indicado que habrá que valorar "nuevos condicionantes como la despoblación, el envejecimiento y el cambio climático" y ha apostado por que "el guarderío vaya a donde está el vecino" y no al revés.

Adolfo Araiz, de EH Bildu, ha considerado que cerrar esta oficina supone "despreciar el trabajo en común de ayuntamientos, bomberos voluntarios y vecinos" y significa, además, "romper" la zonificación en materia medioambiental. Además, ha señalado que "llama la atención" dar por cerrada esta oficina "siendo posible que en una nueva demarcación -las Comarcas- este personal deba subdividirse".

Desde Podemos, Ainhoa Aznárez ha planteado que se analice la necesidad de la oficina de Leitza en el balance que se haga del Plan Director de Guarderío, vigente hasta 2022, y en la elaboración del nuevo que "tiene que redactarse en cogobernanza con las entidades locales".