Osasuna no se rinde y deja un buen sabor de boca en la final de Copa del Rey que alzó el Real Madrid (2-1)

Osasuna lo intentó sin descanso y dejó un maravilloso partido a sus miles de aficionados que inundaron Sevilla y tiñeron de rojo Pamplona y otras localidades navarras. 

No pudo ser, pero en algunos momentos llegamos a pensar que era posible. Pese a encajar un gol de Rodrygo en los dos primeros minutos del encuentro, tras una gran jugada de Vinicius, los rojillos no se arredraron durante la primera parte, con grandes actuaciones también del guardameta Sergio Herrera,  y fueron especialmente intensos tras el descanso.

Tanto es así que las ocasiones fueron repartidas, y en el minuto 68 llegó el éxtasis rojillo con un gol de Lucas Torró tras un chut impresionante desde fuera del área. Hasta una de las vallas de la Cartuja cedió ante el jolgorio de los hinchas rojillos, en una pequeña avalancha que pudo solventarse sin mayores problemas.

 

Sin embargo, la alegría duró poco, ya que dos minutos después, de nuevo el jugador brasileño del Real Madrid Rodrygo recogió un rechace en el área marcando con un disparo cruzado que entró en la portería rojilla.

 

A punto estuvo Osasuna de marcar también en la prórroga, demostrando que el equipo rojillo nunca se rinde. Con todo, el Real Madrid fue superior, y logró el título, del que Osasuna será subcampeón. Además Osasuna jugará la Supercopa de España en Arabia Saudí, optando a otro título. 

 

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