Uno de ellos es el presunto violador de la Plaza del castillo: cae la banda que cometía robos de madrugada en la zona de Labrit

Agentes de la Policía Foral de Navarra y de la Policía Municipal de Pamplona, en el marco  de una operación denominada CEPO, han detenido recientemente en Pamplona a 12  personas como presuntas autoras de un delito de pertenencia a grupo criminal.  

Las investigaciones se iniciaron cuando, desde mediados del año 2022, la Policía  Municipal de Pamplona y la Policía Foral de Navarra detectaron un aumento de los delitos  contra el patrimonio en sus diferentes variantes en zonas localizadas de la capital navarra,  y que principalmente se producían de jueves a domingo, a partir de las cuatro de la  mañana.  

Las investigaciones, dirigidas y coordinadas por agentes de la Brigada de Policía Judicial  Norte de la Policía Foral, se llevaron a cabo junto con la Policía Municipal de Pamplona,  lo que permitió la identificación de dichas personas. De hecho, ya se había procedido a  la detención en numerosas ocasiones de varios de los detenidos.  

Asimismo, fueron clave las unidades de seguridad ciudadana de ambos cuerpos  policiales, y en particular la unidad especial de investigación de grupos juveniles violentos  de Policía Municipal de Pamplona.  

Durante la investigación fueron determinantes las imágenes captadas por las cámaras de  seguridad pertenecientes al Ayuntamiento de Pamplona.  

El grupo estaba conformado por un total de doce miembros, y entre los distintos roles se  identificaba claramente a uno de ellos como la persona que realizaba las funciones de  responsable, que coordinaba las acciones del resto de integrantes del grupo. Dicha  persona había mostrado dentro del grupo su carácter violento en más de una ocasión,  como método de refuerzo de su liderazgo.  

A su vez, el citado cabecilla del grupo contaba con otras dos personas de confianza.  Dichas personas participaban de forma activa en las actividades del grupo y, en particular  uno de ellos, había protagonizado varios episodios con violencia, lo que le habría servido  para erigirse en persona de confianza y escalar así en la jerarquía del grupo, a pesar de  llevar menos tiempo en Pamplona.  

Sus zonas de actuación eran el Casco Antiguo de Pamplona, y en particular las calles  San Agustín, Calderería y Labrit. Todos estos hechos se producían principalmente en el  periodo comprendido entre las 04:00 horas (horario en el que los bares con licencia de  actividad especial proceden a su cierre) y las 06:30 horas (hora hasta la que sólo  funcionan dos establecimientos con licencia de discoteca). En concreto, en la zona entre la Calle Juan de Labrit y la plaza de toros, son momentos y espacios en los que se  concentra en pocos metros una gran cantidad de personas, tanto en interiores de locales  como en exteriores de estos. 

Entre los principales tipos delictivos contra la propiedad se pueden encontrar desde hurtos  hasta robos con violencia e intimidación. Además, y coincidiendo con la celebración de  los carnavales, presuntamente se perpetró por uno de sus miembros una agresión sexual  a una mujer en la Plaza del Castillo. Aquel fue detenido y se encuentra en prisión  provisional.  

Particularmente, en el periodo que comprende entre los meses de octubre de 2022 y las  recientes detenciones, se han interpuesto en ambos cuerpos policiales un total de 27  denuncias relacionadas con hechos delictivos cometidos por los integrantes de este grupo  criminal.  

En su modus operandi destacaba la perfecta coordinación para llevar a cabo su actividad.  En el primero de los métodos, buscaban a su posible víctima, bien en la vía pública o en  espacios aglomerados de personas, y uno de los miembros del grupo se hacía el amigo  de la víctima, distrayéndola, mientras otro u otros se apropiaban de los efectos  personales. En el segundo método, aprovechaban espacios interiores o exteriores de  locales de ocio, también con aglomeración de personas, para sustraer aquellos objetos  más interesantes para sus fines delictivos. Posteriormente realizaban el depósito de lo  enajenado en diferentes lugares que utilizaban como “buzones”, lo que les permitía  regresar a las zonas anteriormente señaladas y proseguir su actividad criminal. Tras ello,  alguno de los miembros del grupo criminal procedía al traslado de dichos objetos a  localizaciones que, según sus intereses, eran más seguras.  

El hurto de prendas y carteras les permitía obtener tarjetas de entidades bancarias con  las que realizaban compras inferiores a 20 euros (no se suele requerir el PIN). Dichas  compras se llevaban a cabo en establecimientos de tipo “bazar” o de “comida rápida”.  

Cabe destacar que, durante el tiempo que los presuntos autores permanecieron  detenidos, no se recibió ni una sola denuncia de robo con violencia en el ámbito de  Pamplona en donde operaban.  

Destaca también el hecho de que ninguno de los detenidos tiene actividad laboral que les  proporcione medios para su subsistencia, y tan sólo tres de ellos tienen domicilio  conocido. El resto de integrantes del grupo criminal, en cambio, usaban una bajera, los  albergues municipales o los bonos facilitados en los mismos para pernoctar en hoteles.  

Entre los distintos objetos recuperados se pueden contabilizar: 28 teléfonos móviles que  van de gama media a gama alta; 2 dispositivos tipo “tablet”; y un ordenador portátil.  También 28 prendas de distinto tipo, muchas de ellas nuevas (incluso con etiquetas) y  tres bolsos. Una bicicleta y una cantidad de dinero por valor de 540 euros.  

Once de los detenidos pasaron a disposición judicial y se decretó su puesta en libertad. 

 

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