El preso que agredió a cuatro funcionarios de la cárcel de Pamplona la vuelve a montar tras ser trasladado a una prisión de Zaragoza
El peligroso preso que agredió violentamente a cuatro funcionarios de prisiones en la cárcel de Pamplona el pasado 26 de noviembre la ha vuelto a montar tras ser trasladado a la cárcel de Daroca, en Zaragoza.
Según apunta el Heraldo de Aragón, el preso entró con mal pie a la cárcel ya que apenas llevaba una hora en su nueva ubicación cuando protagonizó un nuevo incidente al amenazar a los trabajadores de la cárcel, tras detectarle una bolsa de marihuana y otra arma blanca.
El citado rotativo aragonés apunta que este hombre tiene una actitud violenta y que presume de ser sicario, al poder estar implicado en la muerte de un hombre junto a varias otras personas. Finalmente ha sido internado en un módulo de aislamiento.
Como se recordará, en Pamplona fue la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) quien informó de la agresión, el pasado 26 de noviembre, a cuatro funcionarios de prisiones en el Centro Penitenciario de Pamplona, dos de los cuales tuvieron que ir a Urgencias aunque sus lesiones son de carácter leve.
"En el módulo de ingresos, a las cuatro de la tarde, un interno comienza a llamar por el interfono gritando que se va a suicidar". Los funcionarios que acudieron a la celda consiguieron calmar al interno. Sin embargo, posteriormente, volvió a llamar con la misma amenaza. Al entrar en la celda, el interno, que tenía en la mano "posiblemente un pincho carcelario", se abalanzó "propinando patadas e intentando apuñalar a los funcionarios presentes", produciéndose un forcejeo "en el que la integridad y vida de los funcionarios ha estado en grave peligro". El interno fue "reducido y aislado provisionalmente en otra celda, dada la gran agresividad que mostraba".
APFP ha advertido de que "se produce una agresión cada 36 horas en los centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sin que se tomen medidas por parte de la SGIIPP, ni del Ministerio del Interior ni desde el Gobierno".
Ha alertado de que "la impunidad de los internos es cada vez mayor y las agresiones son cada vez más graves a los funcionarios de prisiones, ya que la mayoría no tiene ninguna repercusión penal sólo una sanción disciplinaria e incluso pueden salir de permiso".
La asociación ha reclamado al Ministerio del Interior "un Estatuto Propio para los funcionarios de prisiones como marco normativo para nuestra institución; adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas taser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con nuestros compañeros/as de Cataluña".