EHNE reclama indemnizaciones para agricultores y ganaderos por los daños causados por la fauna cinegética
El sindicato EHNE ha exigido al Departamento de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra que indemnice a agricultores y ganaderos por "todos los daños producidos por la fauna en los pastos, pastizales, sembrados y cultivos hortofrutícolas". "No nos vale con decir que aseguremos nuestras parcelas, porque las compañías dejan de realizar dichos contratos el tercer año, al considerar que son daños recurrentes", ha destacado.
En una nota de prensa, el sindicato ha advertido del "efecto pernicioso que provoca la superpoblación de determinadas especies". Así, ha señalado que, en determinadas zonas de la Ribera, "llevan años peleando contra la plaga de conejos y las consecuencias que ello tiene sobre diversos productos hortofrutícolas", mientras que en Orabidea "los destrozos sobre prados y pastizales producidos por la fauna, y especialmente los jabalíes, llevan provocando desde hace demasiado tiempo enormes perjuicios y mayores quebraderos de cabeza".
A pesar de ello, ha criticado que "nada ha cambiado" e, incluso, "la población de jabalíes ha aumentado exponencialmente". "Sin duda, estamos ante una plaga y, como tal, hay que actuar", ha defendido.
"La convivencia entre especies silvestres y humanos está llegando a un punto de inflexión" y, en el caso de los jabalíes, "supone un doble peligro, dado que se trata de una especie portadora y transmisora de enfermedades, como es el caso de la peste porcina africana, la enfermedad de Aujeszky o la tuberculosis". "A los ganaderos no nos queda otro remedio que protegernos de ello, invirtiendo en medidas de protección que suponen una importante inversión económica, como protecciones con doble malla en el caso de explotaciones de porcino en extensivo", ha indicado.
"Se habla de problemas de despoblamiento y de que los jabalíes no tienen un depredador natural", ha explicado EHNE, que se ha preguntado si "se está pensando desde el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente en medidas tan contraproducentes como la introducción del lobo". "Cuando una especie crece exponencialmente, no hay equilibrio ni convivencia posible", ha concluido.
