La mayor catástrofe humanitaria de las últimas décadas se vive en Yemen, la gran olvidada en Europa
En los últimos meses las evacuaciones en Afganistán, con miles de personas desesperadas intentando conseguir un salvoconducto para huir del régimen Talibán han copado, con toda la lógica del mundo, miles de minutos en televisión y las portadas de todos los medios de comunicación tanto en Navarra, como en España y el mundo. La solidaridad llegó enseguida: sin ir más lejos esta semana conocíamos que eran 17 personas más las personas afganas trasladadas en Navarra tras las últimas evacuaciones de estos días.
Y aunque crisis tremendas ocurren a nuestros ojos en Afganistán, o Siria, sin embargo, la mayor catástrofe humanitaria de las últimas décadas se vive a espaldas de la opinión pública de todo el mundo, y por supuesto de Europa: en Yemen se vive la peor hambruna del último siglo, según datos de la ONU, donde se calcula que alrededor del 80% de la población necesita ayuda alimentaria para sobrevivir.
Quizá el hecho de que no lleguen refugiados a Europa por esta catástrofe, u otras razones vinculadas a las intensas relaciones diplomáticas con las potencias de la península arábiga hayan hecho olvidar a la opinión pública española y europea que Yemen sufre una guerra cruenta desde 2015, tras más de décadas de conflicto civil. Actualmente se calcula que en Yemen más de 7,4 millones de personas necesitan asistencia nutricional, incluidos 2,1 millones de niños y 1,2 millones de mujeres embarazadas o lactantes que sufren desnutrición moderada o severa, según datos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados.
Este ‘silencio’ sobre la mayor crisis humanitaria seguramente tiene que ver con datos tremendamente preocupantes como que la organización ACNUR apenas ha podido recaudar el 22 % de los fondos necesarios para atender la crisis humanitaria en Yemen. Así, estiman que para mantener los programas centrados en atender las necesidades más críticas se necesitan al menos 271 millones de dólares sólo para este año 2021. Debido a la falta de financiación, ACNUR se ha visto obligado a reducir la entrega de ayudas económicas.
Nuestra solidaridad puede hacer grandes cosas aportando donaciones y ayudas a través de organizaciones como ACNUR para mejorar la vida en Yemen donde actualmente, si no ponemos remedio con urgencia, la situación seguirá empeorando diariamente: la inseguridad se extiende en lo que ha sido catalogada como una catástrofe humanitaria: pobreza, miseria, desplazamientos masivos, refugios al máximo de sus capacidades, miles de muertes de civiles y enfermedades como el cólera amenazan a sus habitantes. Y, sin embargo, a pesar de ser un país pobre, Yemen es el único país de la península arábiga que ha firmado distintos acuerdos para la protección de refugiados. En la actualidad, acoge a más de 136.000 refugiados y solicitantes de asilo, la mayoría de Somalia y Etiopía.
Hace una década se hizo muy conocida en la prensa española una viñeta de un ilustrador español-ya fallecido- que siempre acababa su viñeta diaria con un ‘No te olvides de Siria’. Quizá es la hora de que hagamos lo mismo con Yemen, y esta catástrofe humanitaria tenga su hueco diario en nuestra solidaridad.
