La Fundación Gizakia Herritar presenta el libro “De igual a igual. 8 historias del comedor solidario Paris 365”

La Fundación Gizakia Herritar presenta el libro “De igual a igual. 8 historias del comedor solidario Paris 365”

No obstante, se trata de “historias duras, pero felices”, de personas que por distintas circunstancias, su vida ha dado un vuelco y que en un momento de su trayectoria han encontrado un apoyo en el comedor solidario París 365.

Pamplona/Iruña, 7 de junio de 2017

Editado por Pamiela, el libro escrito por el navarro Patxi Irurzun cuenta de forma amena y apasionante, “las historias duras, pero felices”, de ocho personas que han sido usuarias del Comedor Solidario París 365 y que gracias a una segunda oportunidad han podido salir adelante. Está a la venta en las distintas librerías por 14€. Lo recaudado se destinará a proyectos sociales de la Fundación Gizakia Herritar.

El libro “De igual a igual. 8 historias del comedor solidario Paris 365” ha sido presentado hoy por la Fundación Gizakia Herritar. Editado por Pamiela, con ilustraciones de Dani Albors, surge como un encargo de esta Fundación al escritor pamplonés Patxi Irurzun, quien durante 2 años le ofreció la posibilidad de conocer la vida de 8 personas que de otra manera no habría conocido. Él, como periodista, escritor, pero sobre todo como persona, lo ha vivido como un regalo, una oportunidad que lleva aparejada una gran responsabilidad, pues se trataba de dar voz y espacio a los más desfavorecidos.

Irurzun comenta que siempre ha intentado escribir como si fuera cierta esa idea romántica de que los libros pueden servir para cambiar el mundo y en su escritura trata de transmitir esa preocupación social. Lo diferente en este caso, es que se trata de un libro basado en historias reales, que poco tienen el halo romántico que se suele asociar a personajes ficticios presentados como “perdedores”. Para él, no tiene nada de romántico levantarse cada mañana “con un abismo bajo tus pies”.

No obstante, se trata de “historias duras, pero felices”, de personas que por distintas circunstancias, su vida ha dado un vuelco y que en un momento de su trayectoria han encontrado un apoyo en el comedor solidario París 365.

Historias que han sido recogidas en un libro cuyo género es difícil de definir, pero en las que el escritor navarro recurre a las herramientas del periodismo y la literatura para contarlas. Como él mismo señala, hay historias que son en sí mismas una epopeya como la de Isaac atravesando África a pie; otras que son tan ricas en vivencias que bastaba realizar una entrevista, como sucede con José Luis que pasó de tenerlo todo a perderlo.

Son historias reales, de dolor, pero también de lucha y de segundas oportunidades, en las que el escritor descubre que los protagonistas podrían ser cualquiera de “nosotros”, y de hecho, así lo recoge en uno de los primeros relatos “La niña del Paris”: “el día que fui a entrevistar a Khady a Abdou me di cuenta de que su casa, en el barrio de la Rotxapea de Pamplona, pudo haber sido la mía…” Para Irurzun, la experiencia ha sido todo un aprendizaje que lo ha confrontado con sus propias dudas e inseguridades, incluso con sus prejuicios. Ha aprendido del relato de Montxo e Izaskun, que muchas veces cuando te vienen mal dadas, lo que se necesita no es tanto dinero o comida, sino también que te miren a los ojos, que te abracen, que te llamen por su nombre, que se les trate de igual a igual.

Por su parte, Peio Elzaburu (editorial Pamiela), recordando un poema de José Ángel Irigaray y la interpelación que hace este escritor a los que han tenido la suerte de nacer en occidente, de que no somos los culpables de la situación de Otros que no han tenido esta suerte, pero si tenemos la responsabilidad de cambiar la situación. Para Elzaburu, precisamente el Paris 365 ha asumido esa responsabilidad, y esto lo está haciendo también a través de la literatura.

Patxi Lasa, presidente de la Fundación Gizakia Herritar considera que las ocho historias son representativas de las personas que han usado el comedor solidario durante 8 años: hombres, mujeres, familias, nacidos en el Estado o venidos desde otros países. Historias diferentes pero que tienen en común que el “Paris 365” en algún momento les sirvió de palanca para continuar con su camino.

Irurzun agradece a los promotores, trabajadoras y voluntarias del Paris 365 que con su trabajo diario intentan cambiar el mundo, pero sobre todo a los protagonistas de las historias del libro que le abrieron sus corazones para poder contarlas.

"De alguna manera, este libro ha hecho realidad una novela que desde hace mucho tiempo deseaba escribir sobre los personajes que deambulaban en un bar llamado París y a los que una camarera imaginaria atendía y daba de comer. Hoy constata que la ficción supera la realidad", finaliza.