"Korrikolaris, una trágica llegada a meta. Atletas represaliados y olvidados por la historia local"

Foto 1. Julián Jaunsaras llega a la meta, Plaza de La República, como campeón navarro, 24.4.1933. Foto Galle, Gobierno de Navarra.
Foto 1. Julián Jaunsaras llega a la meta, Plaza de La República, como campeón navarro, 24.4.1933. Foto Galle, Gobierno de Navarra.
Competían en recintos cerrados (plazas de toros, eras y frontones) y también en pruebas de grandes distancias; la más conocida fue la Tolosa-Iruña-Tolosa, de 125 kilómetros
"Korrikolaris, una trágica llegada a meta. Atletas represaliados y olvidados por la historia local"

Los korrikolaris, conocidos también como andarines, representaban una disciplina deportiva y laboral arraigada en Euskal Herria desde antiguo, predecesora de las Maratones, Medias Maratones o carreras populares de hoy. Competían en recintos cerrados (plazas de toros, eras y frontones) y también en pruebas de grandes distancias; la más conocida fue la Tolosa-Iruña-Tolosa, de 125 kilómetros.

Etxenagusia, considerado el mejor korrikolari,  falleció en 1920 una prueba en la que se batía contra el campeón del mundo de cross, el belga De Nys. De él escribió el periodista Patxo Unzueta: “el dinero apostado por sus paisanos le llevó a luchar hasta la muerte”. El “choque” entre tradición y modernidad, en los años 20 del siglo pasado, se plasmaría en la práctica de “sports” modernos, como el Cross-Country, pedestrismo o campo a través, que ha llegado a nuestro tiempo popularizado como running.

Sportiva Foot-ball Club fue la primera sociedad en organizar en Iruña una carrera de este tipo con motivo del II Congreso de Estudios Vascos, el 26 de junio de 1920. Su  presidente, José María Navaz Sanz, verdadero hombre renacentista, estudiante de Biología y -años más tarde- referente en las Ciencias Oceanográficas, fue uno de los impulsores del deporte olvidado por la historia en Iruña.

Cuatro meses después de esa carrera, José María y sus compañeros decidieron cambiar el nombre al Club; a partir de entonces se llamaría Osasuna y con el atlético por delante.

En Iruña, ciudad chiquita por entonces, como Navarra, no resulta extraño encontrar coincidencias entre los jóvenes participantes en las carreras -en los inicios del atletismo- así como en otras disciplinas deportivas y las víctimas de la represión fascista. Obviamente las hubo también del otro bando, el “vencedor”, pero queremos llamar la atención sobre los represaliados, por ser víctimas de un conflicto (muchas de ellas, anónimas) que no contaron siquiera con una esquela con la que dar a conocer su identidad. Fueron ocultados, desaparecidos y olvidados.

Las carreras en Iruña de 1923 a 1935

A lo largo de esta década y media se organizan diferentes carreras, como el Campeonato Navarro o la Carrera de Pascua. Serán varias ediciones, sin continuidad en el tiempo, que resultan un éxito, sobre todo de público. Las primeras carreras, organizadas por el CD Vasconia el 3 de marzo y por Osasuna el 20 de mayo de 1923, fueron apoyadas por la prensa local y las instituciones, que aportaban las copas

Muchos de los participantes eran futbolistas: Martín José Muguiro y Pepito Ilundáin, entre ellos; y la mayoría, jóvenes obreros anónimos que serían eliminados por izquierdistas. No deja de sorprendernos alguno de aquellos casos. Veamos.

En mayo de 1925, Osasuna organizó el primer cross infantil. Todo un éxito de participación. Aquellos chavales tenían su referente en la estrella del momento, Victoriano Amigot Iturgaiz, de Osasuna, que resultaba vencedor en la mayor parte de las pruebas en Navarra. Aparece fotografiado en la carrera de Pascua de 1925, con una diligencia a caballos tras él, por las calles de Pamplona. Con el golpe de 1936, Victoriano fue detenido el mismo 18 de julio, siendo puesto en libertad el 3 de septiembre de 1936. Algunos de los compañeros de carreras de Victoriano no corrieron la misma suerte, y siete de aquellos chavales que habían participado en el cross infantil serían asesinados. Lo contamos en un reportaje anterior: “Los  primeros runners de Osasuna”. Vamos a recordarlos.

Francisco Dianda Alonso (Bilbao, 1902 – Pamplona, 1936), del CD Vasconia, fue uno de aquellos primeros korrikolaris. Trabajador ferroviario, estaba casado y tenía dos hijos. Fue detenido por ser republicano de izquierdas y asesinado en Pamplona el 12 de agosto de 1936. Sus sobrinos Virginia, Charo, Calixto, José Manuel y Javier Ayesa Dianda vivían en casa con una prima, Maritxu, era una hermana más, hoy, Javier, ex concejal de Iruña, gracias a esta investigación, conoce que Maritxu era hija de su tío Francisco y que éste fue asesinado.

José Catalán Calompe (Astigarraga, 1908 – Zizur, 1936), corrió con el Club Iberia. Era empleado, y estaba casado con Inocencia Arrizabalaga, con quien tuvo un hijo, Emilio. José ingresó en prisión el 11 de agosto y fue asesinado en Zizur el 16 de noviembre de 1936. No se conoce su filiación política.

Fermín Orcoyen Recio (Arazuri, 1905 – Etxauri, 1936), del Avión Club, era de profesión panadero (Hermanas Huici) y estaba casado con Juana Jiménez, con quien vivía en la calle Carmen. Tuvieron un hijo, Fermín. Él y sus numerosos hermanos y hermanas participaban en las actividades del Partido Socialista; concretamente en la Casa del Pueblo, organizando sesiones de cine y actividades con los chavales. Fue detenido y asesinado el 16 de agosto de 1936 en Etxauri, como su hermano Antonio. Sus hermanas también sufrieron la represión. Su sobrino, Fermín Orcoyen Aróstegui, sindicalista, sufrió torturas en 1970 y, tras las movilizaciones por la Amnistía de 1977, fue herido de bala en el pecho por un policía de paisano.

Cruz Ameztoy Ecay (Arre, aprox. 1904 – Atarrabia, 1936). Era pelotari y korrikolari, primero en el Iruña CD y después en Osasuna. Vivía en la Calle Mayor, 42, de Villava, con sus padres y estaba soltero. Albañil, fue detenido el 24 de julio y conducido a la cárcel de Pamplona “a raíz de iniciarse el actual Movimiento Nacional, por estar considerado por sus ideas marxistas ser contrario a dicho Movimiento” (según Informe de la Guardia Civil). Cuatro meses después, el 26 de noviembre de 1936, fue asesinado en Odieta junto a otros ocho villaveses.

José Antonio García Olmos (Madrid, 1902 – Huarte Araquil, 1937). Corredor de Osasuna. Aparecen referencias suyas y sobre su afición a la tauromaquia que lo relacionan con el anarquista Galo Vierge y el socialista Constantino Preciado Trevijano. Estaba casado y tenía dos hijos. Fue detenido en Santander y asesinado en Huarte Araquil el 15 de septiembre de 1937.

El Campeonato Navarro de abril de 1935

Una década después de aquellas primeras carreras, el atletismo vuelve a renacer de la mano del CD Indarra, “entidad nacionalista, entregada al deportivismo y al homenaje de la lengua vasca, que con motivo de su 10º aniversario organiza el Cross” (La Voz de Navarra) el 24 abril de 1933. Todo un fin de semana repleto de actividades atléticas, también para los más chiquitos, que resultó un éxito, como queda reflejado en las bellas imágenes tomadas por el fotógrafo Galle.

Foto 2. Salida Campeonato navarro Cross Country, Indarra, Plaza de toros de Iruña, Foto: Galle.
Foto 2. Salida Campeonato navarro Cross Country, Indarra, Plaza de toros de Iruña, Foto: Galle.

Dos años después, el 28 de abril de 1935, es el Club Dena Zuri quien organiza el Cross Country- Campeonato Navarro, en medio de una gran animación. En ambas pruebas el vencedor fue un joven atleta perteneciente al Club Natación,  Julián Jaunsaras Gorráiz, que también era nadador en 1932. En esta última prueba compitió con el Club Indarra.

El semanario de la UGT Trabajadores anunciaba el 27 de junio de 1936 la participación de Jaunsaras: “Campeón navarro de medio fondo se somete a severo entrenamiento diario para los 5.000 metros” representando al Comité Navarro en la Olimpiada Popular de Barcelona. ¿Qué habría sido de él de celebrarse aquella olimpiada, alternativa a la del Berlín de Hitler? No lo sabemos. Tampoco sabemos cómo llegó al Hospital Militar de Zaragoza el 25 de julio de 1937. En una esquela en Diario de Navarra se le recuerda como “héroe de guerra”: cabo agrupación antiaérea. Estaba casado con Juana Colmenero Ugarte, y eran vecinos de la Calle Lindachiquía número 6, 1º. Sus compañeros en aquella carrera fueron:

Eloy Zufiaurre García (Altsasu, 1912), soltero. Corría con Osasuna y quedó tercero, con igual tiempo que Francisco Goicoechea, a pocos segundos de Julián. En Sakana lo recordaban como un gran pelotari, ferroviario de profesión y afiliado de UGT. Murió en combate defendiendo Donostia del ataque fascista el 24 de julio de 1936. Su hermano, Isidro, dos años más joven, anarquista, murió en Artxanda un año después, defendiendo Bilbao de los fascistas.

Pablo Oroz Vidaurreta (Iruña, 1918), corredor del Club Irrintzi, quedó en 4º lugar. Vivía en la Calle Mártires de Cirauqui, 57, 3º, (hoy San Antón), con su padre viudo, su madrastra y tres hermanos. Trabajaba como peón, y de él se sabe que fue detenido y asesinado, pero se desconocen fechas y lugar. Una verdadera víctima anónima. Tenía 18 años.

Vicente San Martín Urroz (Ezperun, 1915); del Valle de Elorz. Tenía 22 años, estaba soltero y trabajaba como albañil. Fue detenido en casa de Ramón Bengaray junto a otros miembros de esta familia y doce compañeros del Frente Popular Navarro; todos ellos fueron condenados a reclusión perpetua. Vicente fue asesinado por la fuerza pública en el Cementerio de Agorreta.

Segundo Goñi Ascunce, natural de Artica. Corría con el Club Rapid. Consta que tenía un hijo. Fue detenido el 25 de julio y falleció de tuberculosis en la cárcel el 17 de noviembre de 1937.

Otros corredores, otras prácticas represivas

 Vicente Artica de Osasuna, exilio;  Ángel Armañanzas, CD Vasconia, cárcel; Rafael Echeverría, CD Baztán, cárcel; Martín Velasco, Radi Estación, cárcel; Julián Garza, Club Villavés, cárcel; Francisco Aramayo, Dena Zuri, represión económica; Félix Larequi, Rapid, cárcel; Agustín Aranguren, Indep, cárcel; Francisco Goicoechea, Osasuna, cárcel; Eusebio Lafuente, Cross 1925, inhabilitado; Eusebio Elía, Avión Club, cárcel;  José María Huarte, Lagun Artea, cárcel, suicidio (Galo Vierge se refiere a él en su libro “Los Culpables”) y Pablo Zapatero, Osasuna, cárcel (Pablo fue uno de los testigos que relataron a Jimeno Jurío sobre varios episodios de represión en Pamplona).

Todos ellos, sus historias, sus tragedias familiares y sociales, nos traen a la mente al mejor korrikolari, a Etxenagusia, quien no quiso defraudar a sus paisanos.

Nuestros korrikolaris no murieron corriendo; los mataron bajo la acusación de ser de izquierdas, eliminados por el fascismo que dictaba quién podía vivir y quién debía morir.

Para que no se vuelva a repetir es necesario que sean homenajeados.