¿Qué hacer en caso de cobrar cobrar facturas telefónicas que no son tuyas?

Una sentencia obliga a una compañía a devolver más de 5.000  euros por no verificar la cuenta de domiciliación, según relata la Asociación de Consumidores de Navarra Irache

¿Qué hacer en caso de cobrar cobrar facturas telefónicas que no son tuyas?

La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha recibido en las últimas semanas a decenas de personas a las que les han cobrado facturas telefónicas por servicios que no han contratado. A veces se trata de errores de gestión de la operadora y otras veces de delincuentes que han usurpado la identidad de otras personas para contratar en su nombre y a costa de su cuentas bancarias. 

Las cantidades son muy diversas y en ocasiones pueden elevarse a miles de euros, especialmente si el consumidor tarda mucho tiempo en darse cuenta del cobro erróneo. En algunos casos se consigue la devolución por la vía amistosa y en otros hay que llegar a los tribunales.

Recupera cinco mil euros por cobros de una línea que no era suya

Es el caso de un consumidor que pensaba que le estaban cobrando la cuota del teléfono móvil de su madre, que tenía contratado a su nombre. Pasados unos años, descubrió que no se trataba de ese servicio, sino de una línea que no tenía nada que ver con él. Tras no conseguir que le devolviesen el dinero por la vía amistosa, decidió llevarlo a los tribunales. Allí, los jueces han obligado a la compañía a reintegrar los más de cinco mil euros de las cuotas que periódicamente le habían ido cobrando por una línea de móvil que era de otro cliente. Señala la juez que es la operadora la responsable de no comprobar si el número de cuenta correspondía al el titular del servicio. 

Descubre una deuda de más de 500 euros por una línea desconocida

Otras veces, como se ha indicado, el cobro proviene directamente de una estafa en el que los delincuentes contratan aportando los datos de otra persona. Así le sucedió a una persona que solicitó cambiarse de compañía, pero se lo denegaron porque constaba como moroso con otra operadora. Sorprendido, acudió a Irache y solicitaron la información para ver que, un tiempo después de que le hubiesen robado la cartera, alguien contrató una línea telefónica a su nombre y constaba una deuda de más de 500 euros procedente de esta línea. Desde la Asociación se adjuntó la denuncia hecha en su momento y la que puso al conocer estos hechos por usurpación de identidad. Tras esta gestión, desde la operadora anularon la supuesta deuda. 

Compran un móvil de novecientos euros a su nombre

En otras ocasiones los delincuentes no se conforman con contratar una línea, sino que compran a nombre de la víctima un teléfono de los que tienen en venta las operadoras. Así le sucedió a una persona que vio cómo en cinco meses había pagado más de 150 euros por un terminal comprado en Ceuta que él nunca había visto y del que aún le quedaba por pagar más de 750 euros en cuotas mensuales. Acudió a Irache y, cuando se hizo la oportuna reclamación aportando  la denuncia puesta en su momento, la operadora devolvió los 150 euros y anuló el resto de supuesta deuda. 

Falta de control de las cuentas bancarias

Estos son solo algunos ejemplos de este tipo de problemas para los consumidores. Quizá por los diferentes servicios en los contratos telefónicos (línea fija, líneas móviles, internet, televisión…) o por la cantidad de cargos, de telefonía o de otra naturaleza, que tenemos en nuestras cuentas bancarias, en ocasiones no es fácil llevar un control muy exhaustivo de ellos. Muchas personas, cuando revisan sus cuentas, se dan cuenta de que hay cargos que no saben de qué son, que proceden de una compañía telefónica que no es la suya o incluso que es un cargo de su propia operadora, pero que no saben a qué servicio corresponde. Como se ha indicado, a veces las pérdidas son de miles de euros.

Las compañías telefónicas deben ser más rigurosas al verificar la identidad y lo datos aportados por el contratante

Es necesaria una mayor exigencia de control a las operadoras telefónicas a la hora de admitir altas en sus servicios o productos. Las compañías deberían verificar la identidad de la persona que solicita un nuevo servicio (la mayor parte se hacen por teléfono o por internet) y solo deberían comenzar a girar cargos una vez que se cuente con la correspondiente orden de domiciliación firmada. 

Además, la normativa de consumo obliga a las compañías a facilitar el contrato por escrito o en otro soporte duradero y, si es la empresa la que ha llamado al consumidor, a tener un consentimiento expreso de éste de la contratación. Lamentablemente las operadoras no cumplen siempre con este requisito de información.

Verificar cuentas y pedir la devolución de los cargos no autorizados

En cualquier caso, es conveniente que los consumidores revisen periódicamente sus cuentas bancarias y vean que responden a los servicios efectivamente contratados. Si se detectan cargos no autorizados, hay que contactar de inmediato con el banco para bloquearlos y posteriormente reclamar su reintegro. Si hay usurpación de identidad, hay que poner también la correspondiente denuncia.