SATSE insiste en que “el malestar que hay en Enfermería traerá graves consecuencias si la administración no hace una apuesta real por la profesión"

El Sindicato de Enfermería en Navarra, SATSE, se reunió ayer con la cúpula de Salud para trasladar el malestar que existe en el colectivo enfermero por la falta de compromiso, empatía y acciones que demuestren un interés real en empoderar a la profesión enfermera.

En la reunión, SATSE aseveró que ni en esta legislatura ni en anteriores, ha habido una apuesta por la enfermería que haya pasado del papel a los hechos, abusando de la responsabilidad de las enfermeras y de la propia normativa y forzando las jornadas a niveles inviables. Así lo están trasladando al sindicato enfermeras de prácticamente cualquier ámbito, como también lo están haciendo los fisioterapeutas, a través de una encuesta realizada por SATSE, con cientos de respuestas recibidas en cuestión de días. 

En este contexto representantes de SATSE han advertido que, a estas alturas, ni sirven ni son eficaces los parches habituales, que es necesario un cambio estructural profundo en el sistema sanitario donde condiciones laborales, profesionales y económicas sean proporcionales, equitativas e igualitarias, y esto supone un cambio específico en cuanto a tiempos de trabajo, retribuciones, ratios, agendas, etc

“Cambios profundos que requieren de una administración que piense a largo plazo, sin intereses partidistas y sin miedo a presiones tradicionales, algo que, en estos momentos, a tres meses de las elecciones, es inviable, tal y como reconoció el director de Salud, de forma muy políticamente correcta” apuntan desde SATSE. 

El sindicato dejó claro que este gobierno no ha tenido presente a la enfermería en toda la legislatura, ni ha trabajado para que los foros y mesas de negociación, donde los sindicatos profesionales sanitarios tienen representación, funcionen para lo que fueron concebidas. Sino más bien, todo lo contrario, foros como la Mesa Sectorial de Salud se pervirtieron en la legislatura anterior entre despachos, convirtiendo su labor a mero tablón de anuncios, y en favor de una Mesa General de Función Pública donde lo relativo enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas tiene nula prioridad. 

“Esta forma de trabajar que ya se ha asentado y hecho estructural entorpece e, incluso, anula, la labor sindical de las organizaciones que representan realmente a los profesionales sanitarios y, a su vez vulnera de forma drástica el derecho de los trabajadores representados”, sentenciaron desde SATSE.

En este sentido, habiendo comprobado que las vías habituales están muertas, SATSE ha recordado que la Consejería de Salud tiene la obligación y deber moral de corregir todos los agravios existentes, denunciados en numerosas ocasiones, así como evitar generar otros nuevos a raíz de negociaciones o cesiones a terceros, debiendo hacer extensible cada mejora planteada a cualquier profesional que cumpla los mismos criterios de sobrecarga, cupos, módulos, riesgos, etc. 

Por otro lado, SATSE denunció la dejadez en la resolución de los procesos laborales, donde convocatorias y resoluciones no sólo salen con una demora absolutamente injustificada, sino que además salen siempre con errores, falta de información, criterios de elección arbitrariamente diferentes, etc que afectan al futuro de los y las aspirantes, y que es un ejemplo directo de desprecio al personal.

Así ha ocurrido recientemente con los resultados finales de la OPE de Enfermería, cuya prueba fue en febrero del 2022, y en la que el listado de las 424 plazas ofertadas venía sin información tan relevante como la del turno de trabajo, emplazando a las aspirantes a llamar a los servicios y averiguarlo por si mismas, en un plazo de tiempo de 10 días hábiles. Un ejemplo claro de la falta de respeto y consideración a las enfermeras aspirantes. 

En esta línea, SATSE denunció la escasez de plazas en las OPEs de especialidades, así como el desarrollo, implantación y creación de plazas de aquellas que no están en Navarra, como Pediatría y Familia y Comunitaria, convirtiendo Navarra en formadora de especialistas para otras comunidades, otro hecho claro de la falta de compromiso a lo largo de los años. 

SATSE también reprochó a la consejera de Salud que, si bien no entra directamente en sus competencias, sí podía haber presionado y elevado la vergonzante situación de Navarra en cuanto a la clasificación que la administración hace de su plantilla (nivel B en el caso de Enfermería), siendo la única comunidad en el Estado que no ha aplicado el Plan Bolonia en el acceso a la función pública, y sigue clasificando a los graduados de Enfermería o de Fisioterapia como diplomados. Un plan de estudios que lleva 15 años obsoleto al igualarse la inmensa mayoría de estudios a 240 créditos. 

“Por ello, exigimos que promuevan, como parte del Gobierno de Navarra, la implantación del Plan Bolonia en la administración pública. Y, lo que, es más, dejemos de ser la vergüenza de Estado y conviertan a Navarra como pionera en la clasificación de la Enfermería y la Fisioterapia en el Grupo A, sin subgrupos de ningún tipo”

En definitiva, y a pesar de que el discurso oficial de la cúpula de Salud seguirá siendo el de que han reforzado plantillas y mejora de condiciones, la realidad se ha demostrado otra y el sindicato ha emplazado a la Consejería de Salud a una siguiente reunión donde negociar más específicamente los requisitos indispensables que demuestren un mínimo de respeto por las profesiones de Enfermería y Fisioterapia. 

Por último, SATSE advirtió de la crispación y enfado en el colectivo, no solo en Navarra, sino en todo el Estado, y de que la organización se está reuniendo y valorando las únicas medidas de presión que parece que son efectivas con los gobiernos actuales, indistintamente del posicionamiento ideológico, por lo que es necesario que se tenga en cuenta las reivindicaciones del Sindicato de Enfermeria.