Le obligaron a abrir la puerta: dos detenidos por retener a un cerrajero en Buztintxuri

Foto: Policía Nacional
Foto: Policía Nacional

La situación requirió de que agentes policiales tiraran abajo la puerta de un bajo al tener la constancia de que se estaba produciendo un delito flagrante 

Le obligaron a abrir la puerta: dos detenidos por retener a un cerrajero en Buztintxuri

Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Navarra, procedieron a la detención de un hombre y una mujer como presuntos autores de un delito de detención ilegal, después de que retuvieran contra su voluntad a personal cerrajero casi dos horas en un inmueble que presuntamente habían ocupado ilegalmente.

Los hechos que provocaron la detención de estas dos personas se iniciaron con la llamada hecha por una persona profesional de la cerrajería, donde solicitaba sus servicios para cambiar una cerradura en un bajo de Buztintxuri. 

La persona cerrajera ante dicha solicitud y como hacía habitualmente, pidió datos y características de la cerradura que había que cambiar y también como es lógico como se había roto para poder dar una solución a dicho problema.

Desde un primer momento las comunicaciones no eran excesivamente claras, haciendo dudar a este profesional del servicio solicitado. Aún así y sin intención de prejuzgar la actitud de la requirente, acudió a prestar el servicio. 

Una vez en el lugar comprobó como  la primera ubicación que le habían dado, no era la real y que la persona que había solicitado sus servicios era una tercera que no vivía supuestamente en ese domicilio.

En el domicilio les abrió un hombre que accionó un pestillo que parecía  muy ocasional en la puerta de entrada.

Además al llegar al bajo pudo ver como había un boquete justo al lado del marco de la puerta de entrada. 

Las explicaciones que le daba la mujer que supuestamente vivía en esa casa cada vez eran más extrañas por lo que la cerrajera inventándose una excusa sobre material que necesitaba pedir para cambiar el bombín de la cerradura pudo comunicarse con Policía Nacional para trasladar sus sospechas de que se estuviera produciendo un delito de usurpación de bien inmueble.

Inmediatamente agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana y de la Brigada de Información, se desplazaron hasta el lugar.

Al llegar los agentes al bajo, los ocupantes entreabrieron  la puerta y de manera sorpresiva decidieron  cerrar la puerta, echar el pestillo  y bajar las ventanas de toda la casa, impidiendo que esta persona cerrajera abandonara la casa. Obligándole incluso a poner en silencio el teléfono y el brillo al mínimo para que no se pudieran percatar los policías de la presencia de gente en el interior del inmueble. Esta persona profesional de la cerrajería también intentó sin éxito convencerles para que abrieran la puerta a los agentes de la autoridad.

Con actitud nerviosa hombre y mujer, deambulaban por la casa, tratando de escapar del lugar pero sin llevar a cabo ninguna acción determinante.

Y a pesar de los requerimientos de los agentes policiales, nadie en el interior del inmueble contestaba y el tiempo pasaba.

Posteriormente y a través de la aplicación móvil “Whatsapp”, la persona cerrajera comunica a una agente policial que quiere salir pero que no se lo permiten, por lo que se dispuso que se informara al Juzgado de Guardia de que  se tenía la certeza de que se estaba produciendo un delito flagrante y por lo tanto  que se iba a proceder a entrar por la fuerza al domicilio.

Y así, agentes de la UIP provisto de una maza, tiraron abajo la puerta y encontraron a un hombre y una mujer, en actitud bastante agresiva y a la persona cerrajera que había mantenido en todo momento la tranquilidad a pesar de la situación vivida.

Los dos ocupantes ofrecieron importante resistencia a su detención, llegando el hombre a lesionar en una rodilla a un agente.

Al hombre le constaban antecedentes policiales y a la mujer, además de antecedentes policiales, una requisitoria en vigor por un juzgado de San Sebastián y también le constaba una orden de expulsión de territorio nacional por 5 años.

Una vez liberada la persona cerrajera y detenidas las dos personas, los agentes le agradecieron la profesionalidad y  entereza, además de su actitud cívica al no dudar en poner en conocimiento de la Policía, la posible comisión de un delito. Agradecimiento que seguro que también le hará el propietario de dicho inmueble dado que gracias a la actitud valiente de este profesional se evitó una usurpación de su inmueble.