La Casa de Cantabria en Navarra homenajea a su presidente y fundador, José Gómez Zubieta, fallecido en marzo de 2020

Foto: imagen de grupo tras el homenaje en la Casa de Cantabria
Foto: imagen de grupo tras el homenaje en la Casa de Cantabria

El acto ha tenido lugar esta mañana en la Casa de Cantabria, con presencia de la viuda y de familiares del homenajeado

La Casa de Cantabria en Navarra homenajea a su presidente y fundador, José Gómez Zubieta, fallecido en marzo de 2020

El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha visitado esta mañana la Casa de Cantabria en Navarra para participar en el acto de homenaje a José Gómez Zubieta, presidente y fundador de la entidad, fallecido el marzo de 2022. El acto ha contado con la asistencia de la viuda y varios de sus hijos, así como del actual presidente de la Casa de Cantabria en Navarra, José Luis Merino.

Ha sido un acto sencillo, en el que han intervenido tanto el presidente de la Casa de Cantabria como el alcalde de Pamplona. Enrique Maya le ha entregado a José Luis Merino y a la viuda de José Gómez, Maruja Vivancos, un cuadro del escudo de Pamplona. A continuación, el presidente de la Casa de Cantabria le ha entregado un pergamino a la viuda para reconocerle a José Gómez como presidente de honor de la casa. En representación de la Federación de Casas Regionales en Navarra, a la que pertenece la Casa de Cantabria, ha asistido al acto su presidente Jaime Valdeolmillos.

José Gómez fundó en abril de 1991, junto a otros compañeros y compañeras, la Casa de Cantabria en Navarra, de la que fue presidente durante más de dos décadas, hasta su fallecimiento en 2020 a causa de la COVID-19. Casado con Maruja Vivancos, tuvieron 6 hijos, 4 de ellos en Santander y los dos más pequeños nacidos ya en Pamplona. La madre de José Gómez era de Arguedas, donde también tenía familia, así que la decisión de venirse a vivir a Navarra, tras unos años en el País Vasco, no fue difícil.

José Gómez trabajó como jefe de mantenimiento en la empresa Úcar Electrodos en Ororbia y su mujer como ama de casa.  Quienes le conocieron lo recuerdan como una persona sencilla y muy activa, entusiasta tanto de Cantabria como de Navarra, de las que se sentía muy orgulloso. Por eso, su ilusión durante tantos años fue mantener viva la cultura y las costumbres de su tierra de nacimiento en su tierra de adopción.