La Junta de Gobierno Local ha aprobado este lunes la adjudicación de la gestión y explotación del albergue Jesús y María como albergue turístico del Camino de Santiago. La Fundación ASPACE Navarra para el Empleo volverá a ser la encargada de esas labores durante los próximos cinco años. Esta concesión administrativa estaba reservada a centros espaciales de empleo sin ánimo de lucro o de iniciativa social, así como a empresas de inserción.
El albergue Jesús y María abrirá todo el año, excepto por Navidad y durante las fiestas de San Fermín. El horario de entrada será, de lunes a domingo, desde las 12 horas del mediodía hasta las 23 horas de la noche. La reserva de plaza se realizará siempre por escrito (fax, correo electrónico) o directamente en el propio albergue, si bien no se admitirán del 1 de mayo al 30 de septiembre, cuando solo se puede pasar una noche. En el caso de grupos, la reserva se realizará siempre por escrito y por anticipado, con una antelación de hasta doce meses. El canon anual que abonará la entidad adjudicataria es de 1.200 euros, un 20% más que los 1.000 euros que se establecían como mínimo.
El personal que trabaje en el albergue realizará labores de atención al público, limpieza y mantenimiento, con sus respectivas personas responsables. Deberá existir una persona encargada de la coordinación que asegurará el correcto funcionamiento de todos los servicios del albergue y el cumplimiento de todas las obligaciones recogidas en el pliego. Entre las funciones que se deben hacer están la apertura y cierra de la instalación; el recibimiento y atención a personas peregrinas; la ejecución de tareas de mantenimiento, reparación, adecentamiento de las instalaciones, mobiliario y enseres, así como la limpieza diaria del inmueble; información a las personas alojadas de los recursos turísticos de la ciudad; o la gestión de un registro de incidencias y una hoja de reclamaciones, entre otras.
El albergue turístico de Jesús y María se inauguró en agosto de 2007. Dispone de 112 camas distribuidas de la siguiente manera y equipamiento diverso para hacer más cómoda la estancia de quienes peregrinan y turistas, como lavadoras y secadoras, cocina y comedor y zona de estar. El albergue mantiene íntegro el espacio que fue de culto, habiendo habilitado en él unos módulos de madera, a dos niveles, en los que se ubican los dormitorios, de manera que las habitaciones y zona de estar no son estancias independientes, sino que se trata de una gran estancia en común, quedando libre la nave central como zona de multiusos (lugar de exposiciones, zona de conciertos).
