Esta mañana la alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, se ha reunido con la delegada en Navarra de la Fundación La Caixa, Izaskun Azcona. La ciudad y la fundación trabajan desde 2021 en ‘Siempre acompañados’, un programa conjunto para abordar los nuevos desafíos que se presentan en la vejez poniendo a la persona en el centro como sujeto activo de su situación y proceso de envejecimiento. A la reunión han asistido también el concejal delegado de Relaciones Ciudadanas, Participación y Mayores, Carlos Salvador, y la directora de la misma área, Conchi Mateo, así como el director del Programa de Personas Mayores de la fundación, David Velasco, y la técnica de la misma entidad, Mariona Mercader.
El Programa de Personas Mayores tiene como objetivo enfrentar distintos retos de las personas en esta franja de edad, especialmente la soledad, en un momento en que el aumento de la esperanza de vida, los cambios en las formas y los modelos de familia, y una organización diferente del uso del tiempo, plantean una realidad cada vez más compleja. La intervención se contempla desde la creación de alianzas y el trabajo en red dentro de la comunidad, y busca además sensibilizar a la ciudadanía para afrontar estas situaciones, minimizando el sentimiento de soledad en las personas mayores.
Este año las actuaciones iniciadas en San Juan tras la pandemia por COVID-19 se ampliaron a los barrios de Txantrea e Iturrama. En septiembre eran ya 155 las personas que estaban incluidas en ese recurso. En la actualidad, además de en Pamplona, el programa está presente en otras 12 ciudades: Jerez, Murcia, Granada, Málaga, Palma de Mallorca, Sabadell, Terrassa, Tortosa, Girona, Tàrrega, Santa Coloma de Gramenet y Lleida.
Según las cifras, hacer frente a la soledad y mejorar las relaciones sociales aporta beneficios poderosos: la reducción del sufrimiento psicológico (depresión, ansiedad…); una mayor adaptación psicológica frente a las situaciones de estrés crónico (como el cuidado), las pérdidas y la enfermedad; la mejora de la salud y de la esperanza de vida; una mayor calidad de vida, y una disminución de las probabilidades de enfermar y padecer demencia.
