[OPINIÓN] No suban las ratios, inviertan en futuro (no lo vivan como un gasto) y hagan más Escuelas Infantiles

Escuela Infantil Haurtzaro en la Rotxapea
Escuela Infantil Haurtzaro en la Rotxapea
Firmado por todas las trabajadoras de la Escuela Infantil Haurtzaro de la Rotxapea
[OPINIÓN] No suban las ratios, inviertan en futuro (no lo vivan como un gasto) y hagan más Escuelas Infantiles

Hace más de 40 años, un grupo de asociaciones vecinales de Pamplona propusieron a la Diputación  y al Ayuntamiento la creación de guarderías infantiles municipales que, tras mucho esfuerzo, supuso en el año 1979 la apertura de 5 guarderías distribuidas por diferentes barrios de la ciudad bajo la gestión del Patronato Municipal de Guarderías Infantiles. En 1982 pasan a denominarse Escuelas infantiles hasta que en el año 1996 su gestión depende del Organismo Autónomo de Escuelas Infantiles. En la actualidad son 12 las Escuelas Infantiles gestionadas por el Organismo con una línea pedagógica común aprobada en el año 2017.

Hasta aquí y solo con este breve retrato un aplauso para las familias y criaturas que han confiado y contribuido a su desarrollo y mantenimiento, a las  trabajadoras y trabajadores (educadoras, direcciones, talleristas, psicóloga, nutricionista, personal administrativo, enfermera, personal auxiliar y de cocina, personal de mantenimiento  etc.) que han hecho posible su desarrollo y un reconocimiento  a la Administración por su apuesta de presente y futuro.  A lo largo del tiempo , hemos visto cómo los diferentes representantes municipales han puesto en valor que a lo largo de estos años las Escuelas Infantiles de Pamplona  han tenido multitud de reconocimientos; que han sido referente para  otras comunidades e incluso para fuera de nuestras fronteras; que sus políticas  mantendrían vivo el compromiso con el bienestar y los derechos de los niños y niñas y sus familias; su carácter compensatorio …Por nuestra parte como trabajadores hemos investigado, debatido, y reciclado en un continuo acorde con nuestra experiencia, reflexión y realidad profesional diaria atendiendo a las necesidades de las criaturas y de las familias (cada vez más diversas, cada vez más singulares). 

Pero por desgracia, aunque el escaparate ha mejorado mucho, estamos en un momento en el que podemos morir de éxito. Por la propia coyuntura de la Administración y por la rotación de diferentes idearios políticos en la corporación municipal, cual gota malaya, se han ido desmontando nuestra organización, nuestros equipos, nuestra esencia…vamos hacia un modelo de escuelas infantiles que poco tiene que ver , en aras de las propuestas que nos plantean, con sus principios de protección, cuidado y bienestar de la infancia, con su carácter preventivo individual y social , con una mirada holística desde su perspectiva biopsicosocial, ni con su línea pedagógica…A última hora, rompiendo acuerdos municipales de más de 30 años (sobre nuestra organización interna, número de niños y niñas por aula, agrupamientos, etc.) nos informan de la posibilidad de  una subida de ratio de niños y niñas por aula para el curso que viene que , desde nuestro punto de vista y realidad cotidiana, indica  una falta de conocimiento inaceptable sobre las necesidades  genuinas de la infancia, como son la necesidad de espacios y entornos cuidados, pequeños y acogedores  que calmen, que protejan, que cuiden , que acojan, estimulen y ayuden a vincular, sin sobrecargas, como lo es también  la necesidad de una organización flexible, con horarios abiertos, con metodologías adecuadas. El mal-trato institucional es evidente si se aumentan las ratios (ya demasiado altas, diga lo que diga el Real Decreto). No suban las ratios, inviertan en futuro (no lo vivan como un gasto) y hagan más escuelas.

 Invitamos a la ciudadanía y a los políticos a que pasen una jornada con nosotras y valoren con ojos de niño y con perspectiva de futuro, si esa es la situación adecuada, responsable y amable que espera y se merece la infancia. A las familias les agradecemos su reconocimiento, apoyo y valoración y les animamos a que pongan voz a los derechos de sus hijos e hijas.