Más de 20 países, entre ellos España, expresan su preocupación por las ejecuciones atribuidas a los talibán

Patrulla talibán en Herat - ADRIEN VAUTIER / ZUMA PRESS
Patrulla talibán en Herat - ADRIEN VAUTIER / ZUMA PRESS

Para los firmantes, los casos recogidos en el informe, publicado esta semana por Human Rights Watch (HRW), "constituyen graves violaciones de los Derechos Humanos" y "contradicen" la supuesta amnistía prometida por los talibán cuando se hicieron con el poder a mediados de agosto

Más de 20 países, entre ellos España, expresan su preocupación por las ejecuciones atribuidas a los talibán

Más de una veintena de países, entre ellos España, Estados Unidos o Reino Unido, han suscrito un comunicado conjunto en el que expresan su "profunda preocupación" por un informe reciente que atribuye a los talibán la ejecución o desaparición de decenas de miembros de las fuerzas de seguridad afganas.

Para los firmantes, los casos recogidos en el informe, publicado esta semana por Human Rights Watch (HRW), "constituyen graves violaciones de los Derechos Humanos" y "contradicen" la supuesta amnistía prometida por los talibán cuando se hicieron con el poder a mediados de agosto.

"Instamos a los talibán a aplicar de manera efectiva la amnistía a antiguos miembros de las fuerzas de seguridad afganas y exfuncionarios del Gobierno para garantizar que se cumple en todo el país y por parte de todos", ha señalado este grupo de países, en el que también están la Unión Europea, Francia, Alemania, Canadá, Japón o Países Bajos.

Confían también en que haya investigaciones "rápidas" y "transparentes", de tal forma que los responsables de los abusos rindan cuentas y que los castigos sirvan como "disuasión" de cara al futuro. "Seguiremos midiendo a los talibán por sus acciones", han advertido.

Entre los abusos documentados en el informe de HRW figura la ejecución o desaparición de 47 antiguos miembros de las fuerzas de seguridad afganas que ya se habían rendido o que estaban incluso detenidos, bajo custodia talibán. Los hechos investigados ocurrieron entre el 15 de agosto, día de la toma de Kabul, y el 31 de octubre.