La Iglesia greco-católica de Ucrania celebrará la Navidad el 25 de diciembre, en señal de ruptura con los ortodoxos ruso
Con el cambio tras la adopción del calendario juliano revisado, la iglesia católica de Ucrania celebrará la Navidad el 25 de diciembre, como la mayoría de los cristianos del mundo, pero la Pascua según el calendario juliano
La Iglesia greco-católica de Ucrania adoptará una reforma en su calendario eclesiástico y celebrará la Navidad el 25 de diciembre, en una señal de ruptura con los ortodoxos rusos. Así lo ha anunciado el jefe de la Iglesia griega Iglesia Católica Ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, en un comunicado.
Con el cambio tras la adopción del calendario juliano revisado, la iglesia católica de Ucrania celebrará la Navidad el 25 de diciembre, como la mayoría de los cristianos del mundo, pero la Pascua según el calendario juliano.
En este momento, la mayoría de las Iglesias ortodoxas -salvo las Iglesias ortodoxas rusa, serbia, macedonia y georgiana y el Patriarcado ortodoxo griego de Jerusalén- utilizan este calendario juliano revisado.
Los greco-católicos ucranianos, litúrgicamente similares a los ortodoxos pero subordinados al Papa, también utilizaban el calendario juliano tal y como lo usaban los ortodoxos ucranianos. Algunos medios locales, han apuntado a que la Iglesia Ortodoxa independiente de Ucrania, que según las encuestas reúne al 54% de los ucranianos, podría seguir los pasos de la Iglesia católica ucraniana. De hecho la cuestión de la reforma del calendario eclesiástico estará sobre la mesa durante una conferencia que se celebrará en mayo y de la que podría salir una decisión similar. Con todo, se permitiría a las parroquias que discrepen seguir estructurando el culto según el antiguo calendario.
Hasta ahora, la mayoría de los cristianos ucranianos se regían por el calendario juliano, que lleva 13 días de retraso con respecto al occidental. Por eso celebraban la Navidad el 7 de enero, no el 25 de diciembre, como la mayoría de los cristianos del mundo.
Tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, surgió un movimiento para cambiar el calendario eclesiástico como otro gesto político de distanciamiento de Moscú, ya que la Iglesia Ortodoxa Rusa es la mayor iglesia del mundo que se rige por el calendario juliano.
El Estado ucraniano y la URSS cambiaron el calendario juliano por el gregoriano en la década de 1920, pero ni las iglesias católicas ni las ortodoxas lo hicieron. Tras la independencia de Ucrania en 1991, la cuestión del calendario se convirtió en un polémico debate. En este sentido, la guerra de Rusia contra Ucrania hizo cambiar de opinión a todos los que dudaban si estar a favor de la reforma del calendario.
