Encuentros y tapices, el romance arquitectónico de Pamplona con el pasado
Especialmente conocida por los encierros de los Sanfermines, Pamplona es una de esas ciudades españolas que no dejan a nadie indiferente. Además de encontrarse en una de las provincias más verdes y hermosas del país, Pamplona puede presumir de una gastronomía única, unos paisajes inolvidables, y una arquitectura repleta de historia y encanto.
Vivir en Pamplona es una auténtica delicia, y por eso https://rentola.es/ puede ayudarte a encontrar el mejor alquiler apartamento o la casa de tus sueños en la capital de Navarra. ¿Te imaginas vivir cerca de la Plaza Consistorial y estar siempre en primera fila para celebrar el chupinazo de los San Fermines? ¿O prefieres vivir en Iturrama para disfrutar de la tranquilidad con tu familia? ¡Sea lo que sea lo que buscas, seguro que lo encuentras!
Catedral de Santa María la Real
Majestuosa, la Catedral de Pamplona fue construida en el siglo XV, pero su historia es todavía anterior, porque fue erigida en el lugar donde había una iglesia románica anterior. Desde fuera, sin embargo, no te dará la impresión de ser una catedral gótica, gracias a su fachada neoclásica diseñada por Ventura Rodríguez y construida varios siglos después.
Esta combinación única de arquitecturas es solo uno de los muchos atractivos que tiene esta catedral. Fue el lugar de coronación de los Reyes de Navarra, e incluso es el sepulcro de algunos de ellos. ¡Cuando un lugar combina tanta historia con un despliegue arquitectónico tan espectacular, resulta muy difícil resistirse a sus encantos!
Plaza del Castillo
En pleno centro de Pamplona tienes la Plaza del Castillo, la segunda más grande de la ciudad. Si vives en Pamplona, terminarás haciendo de esta plaza tu segunda casa. En el centro encontrarás un quiosco de música que te evocará las estampas más entrañables del siglo XIX, ideal para pasear con tu pareja ¡y, con suerte, disfrutar de algún espectáculo en directo!
Quizá te confunda no encontrar ningún castillo en este lugar, pero los hubo en el pasado. Como muchas otras plazas españolas, fue establecida en el siglo XVI aprovechando el espacio de una fortaleza en desuso. Esto permite a la plaza disfrutar de una ubicación idónea que hoy la convierte en uno de los lugares más vibrantes de Pamplona, ¡sobre todo durante las fiestas!
Ciudadela de Pamplona
La Ciudadela de Pamplona fue responsable de la demolición del castillo de la Plaza homónima. Encargada por Felipe II en 1571, esta fortificación renacentista con planta pentagonal fue concebida como una impresionante estructura defensiva que, sin embargo, no tuvo demasiada suerte en batalla. Fue tomada por las tropas francesas en 1808, y luego otra vez en 1823.
La Ciudadela de Pamplona dejó de tener usos militares en 1964, con lo que fue reconvertida en un precioso parque repleto de espacios abiertos y muchísimo verde. Además, está ubicada en plena Vuelta del Castillo, uno de los parques más importantes de la ciudad. ¡Definitivamente merece la pena dedicarle más de un paseo!
Puente de la Magdalena
Pero, si buscas un lugar realmente evocador, date un salto hasta el Puente de la Magdalena. Este antiguo puente –todavía operativo a día de hoy gracias a una remodelación de los años 60 del siglo pasado– fue construido en el siglo XII como vía de entrada a la ciudad en el Camino de Santiago, y ha sido cruzado por millones de peregrinos desde entonces.
A orillas del río Arga, junto al puente, podrás encontrar un crucero. Este crucero fue regalo de la ciudad de Santiago, y adorna todavía el acceso al puente. Se trata entonces de un lugar que no solo rebosa historia, sino que además conserva el encanto románico de su primera construcción, aderezado con una espectacular naturaleza verde y frondosa.
Iglesia de San Nicolás
La Iglesia de San Nicolás tiene aproximadamente la misma antigüedad que el Puente de la Magdalena. La estructura original ya estaba en pie en el año 1117, aunque esta iglesia románica fue arrasada posteriormente y se hizo necesario reconstruirla. Se encuentra en la plaza homónima, y hoy en día luce una impresionante arquitectura gótica.
Como muchas otras iglesias de España, la Iglesia de San Nicolás ha sufrido múltiples transformaciones con el paso de los años. Destaca su remodelación neogótica del año 1888, que añadió múltiples adornos a su fachada, aunque le restó autenticidad histórica. Entre sus muros encontrarás escudos de los burgos de Pamplona, ¡y un órgano del siglo XVIII!
La Iglesia de San Nicolás es solo una de las muchas que embellecen las calles de Pamplona, y que hacen de la ciudad un lugar del que resulta fácil enamorarse. ¡Ya sea que vivas en Pamplona o que solo tengas intención de visitarla durante algunos días, no puedes perderte toda la riqueza arquitectónica de una de las ciudades más legendarias de la península!
