La importancia del envase: cómo hacer que un producto sea estéticamente atractivo

Hoy en día se habla mucho de la dicotomía entre apariencia y sustancia, del hecho de que durante demasiado tiempo se ha dado demasiada importancia a la primera mientras se descuidaba la segunda. Sin embargo, a la hora de diseñar un producto no se puede descuidar la importancia del aspecto estético. Todo producto, además de ser bueno, auténtico, funcional, impecablemente diseñado de acuerdo con su función, debe ser ante todo bello, debe atraer e informar al cliente, reflejando la imagen de la marca. ¿En una sola palabra? Debe conquistar al primer golpe.  

Independientemente del tipo de artículo ante el que se encuentre la persona, lo primero que hace, antes de comprarlo, es analizarlo desde el punto de vista estético. El primer golpe de efecto viene a través del envase y después viene el resto. Por eso, toda empresa debe asegurarse de que cada producto que envasa sea estéticamente agradable, dando al envase una interpretación que cuente la identidad del propio producto. Esto es lo que garantizan, por ejemplo, los cristaleros en cada creación, como también puede comprobarse visitando este sitio web: https://www.vetroelite.com/es/.

El estudio de diseño y su eficacia 

Atraer, informar y conquistar. Esta es la tríada que debe encapsular el envase de todo producto. ¿Qué significa? Que su diseño debe ser tan bello y agradable que capte la atención del público, pero no engañoso, ya que debe responder a las expectativas de los usuarios y, por tanto, ser coherente con la marca. 

Una mezcla de elementos interrelacionados que requieren un adecuado estudio de diseño que contemple las expectativas del público objetivo, aportando claridad y transparencia, sin sacrificar la calidad. Las empresas deben recordar que el envase y la apariencia tienen la misión de atraer al consumidor mediante una serie de elementos que lo hagan apetecible, incitando así a la compra. Una vez comprado el producto, entra en juego la calidad, que es la que marca la diferencia y fideliza al cliente.

Cómo estudiar el envase de un producto 

El envase, como es evidente, desempeña un papel clave en el proceso de captación de clientes. El aspecto estético cuenta, pero no puede vincularse únicamente a la ‘belleza’. Porque si bien es cierto que los colores atractivos, las fuentes legibles y fácilmente reconocibles y el logotipo son indispensables, también hay otros factores que entran en juego para captar la atención del cliente. 

La practicidad, la manejabilidad, las formas reconocibles, las interfaces intuitivas y la sostenibilidad son elementos que ya no se pueden descuidar. La estética en su conjunto debe ser visualmente estimulante, debe tener personalidad propia y ser reconocible, contar una historia. 

Así es como, desde el punto de vista del marketing, la realidad y la creatividad deben encontrar siempre el equilibrio adecuado, sin conformarse nunca, sino ser capaces de destacar y diferenciarse expresando singularidad y autenticidad. ¿Cómo hacerlo? Yendo más allá de la mera creación material, más allá de los hábitos y cánones tradicionales del sector, llevando la creatividad al centro, interceptando las tendencias y modas del momento para reinterpretarlas a la manera de uno mismo, marcando así la diferencia.

 

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN