Cinco investigadoras se han incorporado este mes de enero a la UPNA mediante contratos Ramón y Caja

Las ayudas se materializan en contratos de investigador postdoctoral de 5 años de duración
Cinco investigadoras se han incorporado este mes de enero a la UPNA mediante contratos Ramón y Caja

La Universidad Pública de Navarra cuenta desde este mes de enero con cinco investigadoras contratadas en virtud de las ayudas Ramón y Cajal, que promueven la incorporación de personal investigador, español o extranjero en centros de I+D españoles. Estas ayudas, que se otorgan a personas de "prominente y destacada trayectoria investigadora", tienen como finalidad última "consolidar su carrera profesional" y que puedan obtener un puesto de carácter estable en un organismo de investigación del Sistema Español de Ciencia, Tecnología y de Innovación.

En concreto, las investigadoras que han conseguido estas ayudas son Miriam Osés-Ruiz, Idoia Ariz Arnedo y Nazareth Torres Molina, del área de Ciencias Agrarias y Agroalimentarias y que se han incorporado al instituto de investigación IMAB (Institute for Multidisciplinary Research in Applied Biology); Leyre Azpilicueta Fernández de las Heras, del área de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, que trabajará en el ISC (Institute of Smart Cities); y Zurine Miguel Malaxechevarria, del área de Psicología, que se incorpora al Grupo de Investigación Neurociencia Cognitiva y del Comportamiento, ha informado la UPNA.

La selección se realiza mediante un "selectivo y exigente" proceso de concurrencia competitiva entre todas las personas candidatas, con base en sus méritos curriculares y su capacidad para liderar una línea de investigación, además de valorar la experiencia científica y profesional, así como la independencia de su trayectoria. Entre los aspectos evaluados se encuentran las aportaciones científicas, la participación en actividad internacional, la capacidad de liderazgo y otros méritos.

Las ayudas se materializan en contratos de investigador postdoctoral de 5 años de duración, en dos fases. La primera fase tiene tres años de duración y la segunda, dos. Es en esta última donde la persona investigadora puede presentarse a una evaluación de su actividad científico-técnica, que se realiza teniendo en cuenta los criterios para ser investigador/a R3 - investigador/a establecido/a. Además, estas personas tienen a su disposición una ayuda para cubrir gastos relacionados con la ejecución de sus actividades de investigación.