Tres graduados de la Universidad de Navarra, entre los 100 primeros del PIR

Pablo Zapata Sada, natural de Pamplona, ha conseguido el puesto número 13, Edurne Iriarte Gurbindo, el número 42, y Victor Eugenio Dachary Pérez, el 96
Tres graduados de la Universidad de Navarra, entre los 100 primeros del PIR

Tres graduados de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra han obtenido una de las 100 primeras plazas del examen a Psicólogo Interno Residente (PIR). Pablo Zapata Sada, natural de Pamplona, ha conseguido el puesto número 13. Le siguen los también navarros Edurne Iriarte Gurbindo, con el número 42, y Victor Eugenio Dachary Pérez, en el 96. Además, su compañera, Blanca Sánchez-Ostiz Martínez ha conseguido obtener una de las 204 plazas convocadas.

"Sacar plaza durante la preparación siempre está en la cabeza y tras tantas horas de estudio sabía que tenía posibilidades de que se diera", declara Pablo Zapata. El psicólogo, que pertenece a la primera promoción del grado en Psicología, explica que lleva cuatro años estudiando y que, tras haber pasado por muchas fases, ha conseguido su objetivo "gracias al apoyo de su círculo más cercano". "Ves que mucha gente avanza y tú sigues siendo 'el que está con el PIR'. Pero con la ayuda de la gente que me quiere (familia, novia, amigos, compis pires...) y perseverancia, al final he podido seguir y lograrlo", ha destacado en una nota del centro académico.

Pablo Zapata ha agradecido a la Universidad de Navarra "el haber podido contar con un espacio en la biblioteca, con mesa propia junto con el resto de compañeros PIR" que le ha ayudado a "concentrarse mejor y optimizar el estudio". En cuanto a su futuro próximo, todavía no tiene claro qué destino escoger: "Tengo que mirar bien las plazas y qué oferta cada hospital", añade.

Más de 4.000 personas han sido convocadas para obtener una de las 204 plazas. El psicólogo y profesor de la Facultad de Educación y Psicología Elkin Luis reconoce que "el PIR es un excelente escenario de formación para personas que vocacionalmente trabajan con esfuerzo para obtener una plaza, y que tienen su recompensa después de tantas horas de formación -la mayor parte en solitario-". Asimismo también tilda como "modelo de perseverancia a aquellos que no han conseguido obtenerla" y añade que "esto adquiere mucho más sentido en los momentos en que está la situación sanitaria, específicamente el mantenimiento y deterioro de la salud mental de muchas personas. Nos encontramos en un contexto que justifica la incorporación de psicólogos a los centros de atención primaria y especializada".