Evalúa en su tesis doctoral los principales factores del éxito o fracaso de las primeras acciones climáticas en Europa

Silvia Rivas Calvete, que ha realizado su investigación en la UPNA, ha analizado en profundidad los resultados del Pacto de Alcaldes 2020

Evalúa en su tesis doctoral los principales factores del éxito o fracaso de las primeras acciones climáticas en Europa

Silvia Rivas Calvete, licenciada en Ciencias del Mar y en Ciencias Ambientales, ha evaluado en su tesis doctoral, leída en la UPNA, los resultados del Pacto de Alcaldes 2020, la primera experiencia en materia de acción climática llevada a cabo de manera armonizada en Europa. En el citado pacto, autoridades locales y regionales asumieron el compromiso voluntario de mejorar la eficiencia energética y de utilizar fuentes de energía renovable en sus territorios.

Su tesis doctoral lleva por título 'Evaluation of main drivers and barriers of local climate action in Europe. Cities taking action for the Sustainable Development Goals' (Evaluación de los principales impulsores y barreras de la acción climática local en Europa. Ciudades que toman medidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible). Ha sido dirigida por Paolo Bertoldi, Senior Scientist de la Union Europea, y tutorizada por Julián Garrido Segovia, catedrático de Química Inorgánica de la UPNA, y ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude con mención internacional.

Esta evaluación en profundidad es, en palabras de su autora, "una herramienta práctica para investigadores, gobiernos y profesionales en su lucha conjunta hacia un futuro resiliente y carbono-neutral, en su camino hacia la sostenibilidad". El trabajo ha dado lugar a cuatro artículos científicos publicados en revistas especializadas.

En primer lugar, la tesis analiza los factores que han determinado la eficiencia a la hora de hacer seguimiento de las medidas implementadas en ciudades europeas para mitigar el cambio climático. "El estudio reveló que las iniciativas de acción local carecen de un sistema de seguimiento fuerte y correctamente implementado _solo existe en el 32% de las ciudades_, lo que además de impedir completar estudios de eficiencia precisos, reduce la eficiencia real de las medidas porque no se conoce su impacto real ni pueden realizarse reajustes y correcciones".

Entre los factores que sí han permitido a las ciudades hacer una monitorización correcta, la autora cita la participación directa y duradera del personal local; limitar la participación de consultores externos; involucrar a las partes interesadas y organizar procesos participativos; asignar un presupuesto preciso al inicio del plan; desarrollar pronto el plan y las acciones concretas en los sectores de actividad y, de manera especial, contar con experiencia previa en materia ambiental.

En ese contexto, Silvia Rivas concluye que "ni un aumento del presupuesto total planificado ni objetivos más ambiciosos pueden considerarse factores determinantes para finalizar y hacer un seguimiento exitoso del plan o, en última instancia, para lograr mejores resultados".

CUANTIFICAR RESULTADOS REALES

Una vez identificados los factores favorables y los impedimentos, el segundo aspecto fue cuantificar los resultados reales obtenidos por las ciudades en sus territorios. Así, expone, "los primeros resultados ya revelan que las autoridades locales están contribuyendo sustancialmente a mitigar el cambio climático; en promedio, lograron el 85,6% de sus compromisos y el 39,9% de las administraciones locales ya habían alcanzado e incluso superado sus objetivos".

La autora hace hincapié en el diferente comportamiento entre ciudades grandes (con más de 50.000 habitantes) y pequeñas (el resto). "Para las primeras, los factores clave para el logro de resultados fueron un inicio temprano de la acción climática y llevar a cabo un proceso de participación de las partes interesadas, mientras que para las ciudades pequeñas el desarrollo de planes internos, en estrecha colaboración con las autoridades locales, aumentó las posibilidades de obtener una mayor reducción de emisiones", añade.

En tercer lugar, en la tesis doctoral estudió la relevancia, sostenibilidad e impacto de esas acciones, para comprobar qué aspectos permitirían a los municipios comprometerse con metas más ambiciosas, con la vista puesta en el siguiente periodo de actuación climática loca (2020-2030).

Por último, se evaluaron los principales factores y características de los planes de acción en materia de adaptación al cambio climático. "Vimos que la participación de múltiples partes interesadas y ciudadanía podría conducir a una planificación de adaptación efectiva _señala Silvia Rivas_. Observamos también cómo unirse a las iniciativas actuales podría llevar a las administraciones locales a involucrarse en procesos internacionales de apoyo técnico y financiero que facilitarían la implementación real de los planes".

La tesis doctoral concluye con una serie de recomendaciones generales como son la necesidad de monitorizar correctamente las iniciativas locales de acción climática, el apoyo a las ciudades de menor tamaño para que puedan trabajar en objetivos a largo plazo; y la constatación de que la acción climática es un proceso de dos velocidades, "y este es un factor que debe tenerse en cuenta al desarrollar marcos armonizados para apoyar y mejorar las ciudades".