Anuska Aguirre: “La Casa Amiga permite una atención profesional e individualizada con cada niño o niña y ofrece un horario flexible adaptado a cada familia”

Anuska Aguirre: “La Casa Amiga permite una atención profesional e individualizada con cada niño o niña y ofrece un horario flexible adaptado a cada familia”

Esta educadora infantil, con más de una década de experiencia, dirige el servicio ‘La Casita de Anuska’, un hogar lleno de cuidados amorosos, escucha atenta a las necesidades de cada niño o niña,  alegría, y atención individualizada para que cada niño o niña se sienta como en su casa. Está situado en Berriozar, junto a Decathlon, a un paso de los barrios de Buztintxuri o Nuevo Artica

Berriozar, 3 de septiembre de 2018

Con el final del período estival, bastantes familias con menores de tres años se encuentran con una tarea crucial, y es la de buscar centros o guarderías para los txikis. Y es que a veces muchas familias optan por tirar de familiares o abuelos, ya que es difícil encajar horarios o situaciones en guarderías y escuelas infantiles.

Pero hay más opciones. En Navarra ya funcionan desde hace años servicios como las ‘Casa Amigas’, que son habituales en otros lugares de Europa más avanzados como Alemania, Francia o países nórdicos. Es el caso de Anuska Aguirre quien después de trabajar durante diez años en una escuela infantil decidió abrir su propia ‘Casa Amiga’ en Berriozar, junto a Decathlon, a un paso de los barrios de Buztintxuri o Nuevo Artica.

Anuska Aguirre recuerda que este tipo de servicios, con grupos reducidos de cuatro menores favorecen una atención individualizada y personalizada con cada niño o niña, al prestarse en un  espacio reducido, la propia casa de la profesional adaptada para ello, y permitir un horario flexible para sus familias. Además, su conocimiento del euskera permite ofrecer la enseñanza a los menores en castellano o en vascuence. ‘La Casita de Anuska’ está situada junto a la Plaza de los Donantes de Berriozar, un lugar acogedor para los niños y preparado y adaptado cumpliendo rigurosamente con todos los requisitos e inspecciones del Gobierno de Navarra establecidos en la OF 27/2006.

La responsable de ‘La Casita de Anuska’ defiende su proyecto pedagógico basado en la pedagogía de Emmy Pikler que tiene como pilares el respeto al niño/a como persona, crear un vínculo seguro con el niño/a; reforzar su autonomía y crear un espacio seguro que permita la libertad de movimientos sin intervención directa del adulto y respetando siempre el momento evolutivo de cada niño/a.

Anuska Aguirre trabaja desde esta metodología en la que ella acompaña al niño/a en su propio crecimiento, con unos cuidados de calidad, un acompañamiento desde la presencia atenta, la tranquilidad, el afecto y el cuidado respetuoso. Esta atención centrada en el niño/a y en las propias necesidades de los padres permite crear una relación cercana, de confianza, de compartir con los padres y de mutuo apoyo para el bienestar de los niños/as.

Además en ‘La Casita de Anuska’ los pequeños/as en pocas semanas se encuentran como en su casa, en su segundo hogar. “El vínculo se crea y refuerza a cada momento en que el niño/a siente y sabe que es escuchado y que se da respuesta inmediata a su necesidad o demanda. Este vínculo es esencial para su madurez emocional y le aporta la seguridad necesaria para confiar en la educadora que vela por su bienestar en la casa.  

El hecho de que sean cuatro (o en situaciones excepcionales cinco) como mucho, favorece este vínculo y permite verdaderamente una atención individualizada y personalizada para cada niño, y una cuestión importante: también minimiza las enfermedades y riesgos de contagio. “Hay mucho respeto de los padres para no traerlos aquí cuando están enfermos”, ha agradecido esta profesional de la educación infantil, que recuerda que servicios como el de las casas amigas son “una alternativa a niños que en las escuelas infantiles enferman continuamente”.

Otra de las ventajas de una casa amiga como la de Anuska es que los horarios para las familias y menores son flexibles para cada niño, eso sí siempre con un máximo de ocho horas por día, y no tienen un horario rígido porque se adaptan a las necesidades de cada niño o niña.

Preguntada sobre su experiencia en este año de funcionamiento de “Casa Nido Berriozar” ha reconocido que para ella está siendo “una experiencia superbonita, estoy muy contenta con los niños, y con los padres y madres; junto a ellos puedo dar lo mejor de mi como persona y profesional. Estoy encantada”.

Anuska ha subrayado que su proyecto también pone en valor  “la pedagogía de la vida cotidiana” dando valor a la importancia de las rutinas diarias que tanto benefician al niño/a como el sueño cuando lo necesitan, la comida como momento altamente educativo en que se respeta siempre sus gustos y necesidades, animándolo a comer  pero nunca forzando al niño/a a comer, y favoreciendo siempre la paulatina adquisición de su autonomía.

En la casita de Anuska también se realizan las actividades propias de cualquier escuela infantil como el corro con canciones, lectura de cuentos, marionetas y diferentes talleres de pinturas, temperas, arcilla, plastilina, papel, arena mágica, etc. En casa Nido Berriozar el juego no está dirigido por la educadora sino que se favorece en todo momento el juego libre en el que cada niño/a experimenta con diferentes materiales desestructurados que le permiten trabajar su imaginación y creatividad según su nivel de desarrollo y sin la intervención directa de la educadora que más bien observa para ir introduciendo nuevos materiales según va creciendo cada niño/a.

También cuando el tiempo lo permite, se hacen actividades de calle, en la plaza que está justo debajo de ‘La Casita de Anuska’ y que se intuyen desde los grandes ventanales con bonitas vistas al parque. La casita tiene un patio interior amplio donde cada día los niños/as pueden jugar al aire libre.

Anuska Aguirre ha finalizado animando a las familias de la zona a que se acerquen a conocer este servicio y la filosofía de las casas amigas, donde hay muchas ventajas por los bajos ratios y donde “pueden venir niños y niñas desde los cuatro meses hasta los 3 años”. Puedes contactar con ella en el teléfono 677 779 540 o en el correo sonrisas.mas@gmail.com