Maite R. Ochotorena: “Trabajar para videojuegos me ha ayudado a perder el miedo a relatar sin ningún límite en mis novelas”

Maite R. Ochotorena posa con su libro 'Un desierto de hielo' en la redacción de Pamplonaactual
Maite R. Ochotorena posa con su libro 'Un desierto de hielo' en la redacción de Pamplonaactual
Maite R. Ochotorena (San Sebastián, 1970) habla con Pamplonaactual acerca de su nueva novela 'Un desierto de hielo’, un ecothriller ambientado en el paisaje inhóspito de la Antártida
Maite R. Ochotorena: “Trabajar para videojuegos me ha ayudado a perder el miedo a relatar sin ningún límite en mis novelas”

Tras el éxito de su último libro ‘La mensajera del bosque’, la escritora Maite R. Ochotorena (San Sebastián, 1970) acaba de publicar su última novela, ‘Un desierto de hielo’ (ed. Planeta), un ecothriller en el que un investigador donostiarra, Mikel Ibarra, tiene que resolver un crimen cometido en una base científica noruega de la Antártida.

- ‘Un desierto de hielo’ y otros libros tuyos se definen como ecothrillers. ¿Qué significa ese término?

Se refiere a una novela negra que lleva de fondo una crítica hacia el cambio climático, a lo que estamos haciendo con nuestro planeta. Empecé con ‘La mensajera del bosque’, pero no pensando en la palabra ecothriller, sino que escribí la novela porque me llamaba la atención lo que estaba pasando. Además, he crecido en el País Vasco rodeada de naturaleza, y he pasado parte de mi infancia y mi adolescencia en un refugio de montaña que tenían mis padres, así que lo que sucede con la naturaleza es algo que me preocupa y llevo muy dentro del corazón. Con ‘La mensajera del bosque’ lo inundé todo de verde, y ahora me he ido al hielo.

- El hecho de elegir la Antártida como escenario, ¿está ligado a la conexión directa que tiene esta región con el futuro del planeta?

Hay algo que está sucediendo y que la gente no sabe que tiene que ver con los océanos, con la Antártida o el Ártico, lugares de los que no sabemos ni un 1% y que están en el punto de mira de las grandes compañías que se dedican a buscar recursos. Son cosas que están sucediendo en silencio, pero si buscas hay mucha información. Es algo peligroso porque no sabemos lo que hay en ese submundo bajo el hielo y los océanos, que son importantísimos a la hora de captar el CO2, que es el medidor de la salud del planeta. Pero voy más allá, no solo es el cambio climático, sino las consecuencias que puede tener seguir devorando. Para mantener nuestro estilo de vida hacen falta más recursos, pero es una falacia porque estamos tirando muchos recursos a la basura. No se trata de seguir comiendo y tirando, sino llegar a un equilibrio, porque no tenemos otro mundo.

- ¿Cómo ha sido el proceso de ambientación para describir y sumergirse en la atmósfera de la Antártida?

Ha habido mucho trabajo de documentación. Por suerte hay muchísima información, como documentales o libros, pero sobre todo he tenido la gran suerte de contar con un testimonio de primera mano: Arkaitz, un guía en la isla de Livingstone de la Antártida, donde está la base española Juan Carlos I. Fue como un milagro, una cosa del destino, ya que tenía la idea de escribir sobre la Antártida y mi marido fue el que me habló de él, que además es de mi pueblo, Ormaiztegi, por lo que cuando me enteré no me lo podía creer. Él conoce todo al dedillo: cómo funcionan y cómo son las bases por dentro y cómo es el trabajo de campo que se hace, además de describirme las condiciones meteorológicas. Así que entre lo que él me ha contado y libros que me he leído, como por ejemplo las expediciones de Amundsen y Scott al centro del Polo Sur, que son testimonios muy impactantes, me han servido para ponerme en su piel y trasladarlo a las páginas.

- En la historia, el protagonista Mikel Ibarra tiene una doble historia de superación tanto en la investigación como a nivel personal.

Totalmente. La novela no solo tiene la parte de thriller con lo que ocurre en la base, sino que él tiene una historia personal muy dramática. Mikel tiene que luchar contra las condiciones que se encuentra en la base y las dificultades para llevar a cabo la investigación más su propia historia personal que le lleva al borde del precipicio Cuando empiezas conociendo a Mikel ya te puedes preparar porque es un no parar de caer y lleva a todos los personajes al límite de sus posibilidades físicas y psicológicas. Ese viaje a la Antártida le sirve como salida, aunque sea hacia el infierno que va a vivir, porque es una manera de hacer algo distinto.

- Has trabajado en la industria de los videojuegos, ¿Qué has aprendido de la escritura creativa para ese género que has podido trasladar a la novela?

El haber perdido el miedo a relatar sin ningún límite y contando con cualquier elemento, como mezclar thriller con fantasía como ocurría con ‘La mensajera del bosque’ o también en esta. Cuando diseñas una aventura tienes que tener en cuenta mil posibilidades porque los jugadores mismos son los que van decidiendo su camino y tienes que tener la mente muy abierta. Todos sabemos que los videojuegos abren mundos muy creativos en los que cualquier cosa puede pasar y también lo vuelco en las novelas.

- ¿Qué opinión te merece el éxito de la serie ‘The Last of Us’, que recorre el camino que suele ser inverso desde el cine o los libros hacia los video juegos?

Si la historia merece la pena se contada va a tener éxito seguro si está hecha bien la adaptación. Los juegos de hoy en día tienen todos un guión detrás, una buena historia con personajes muy estudiados y desarrollados, y también están acompañados de unos tráilers impresionantes.. Por ejemplo, las miniseries se prestan mucho a adaptar las novelas, ya que es un formato muy adecuado, mejor que una película incluso, ya que tiene más espacio y se respeta más la historia que se cuenta en el libro.

Maite R. Ochotorena firma su libro
Maite R. Ochotorena firma su libro