El programa 9 Soles del Museo de Navarra cierra su 4ª edición con una gran acogida del público

Cerca de 450 personas han participado en el programa de arte contemporáneo en vivo del Museo de Navarra

El programa 9 Soles del Museo de Navarra cierra su 4ª edición con una gran acogida del público

El Museo de Navarra ha puesto punto y final a la cuarta edición del Programa 9 Soles que se ha desarrollado una vez más en el Mirador del Museo de Navarra, con propuestas vanguardistas del arte contemporáneo en vivo, caracterizadas por la proximidad con el público, la originalidad y la experimentación.

Siete sesiones, realizadas entre el 19 de julio y el 30 de agosto y en las que han participado cerca de 450 personas, que han originado una experiencia directa en tiempo real, compartida entre creadoras y público, con el objetivo de desencadenar un flujo de emociones e ideas a través de la pintura, la escultura, la música, la danza o la performance.

9 Soles ha ofrecido durante una edición más un espacio para el encuentro y el disfrute de una propuesta artística con la cercanía que ofrece el aforo reducido a 70 personas. El Mirador del Museo es un espacio al aire libre, sin escenario y sin posibilidad de proyectar imágenes. Estas aparentes limitaciones son una oportunidad para despojar los trabajos de elementos superfluos y experimentar con nuevos formatos. Cada miércoles la distribución de las butacas se disponía en el espacio de manera diferente, para adecuarse a las necesidades de la acción propuesta y para que la experiencia fuese única.

El programa 9 Soles nació en 2020 para abrir el Museo de Navarra a la ciudadanía, ofreciendo una programación artística contemporánea, en un espacio al aire libre, el mirador del Museo. Otro fin es apoyar la creación navarra en el campo de las artes visuales y fomentar la cultura en el período estival.

“La buena compañía”, el tema destacado de la edición de 2023

En esta 4ª edición del ciclo 9 Soles, se quiso observar la dimensión colaborativa y afectiva de los procesos de creación artística. Así, se ofreció a las artistas invitadas la posibilidad de unirse con otras artistas para desarrollar su propuesta para el Mirador. 

El ciclo comenzó el 19 de julio con Amaya Suberviola que, bajo el título “Módulo Porte”, jugó con la transparencia del vidrio y la opacidad de la pintura mediante la técnica de la serigrafía junto a Sara Ezquerro que pintó una obra en directo.

El 26 de julio, Elba Martínez expuso algunas de sus piezas de textil con frases escritas y recitó poemas del libro que está ultimando, “El pajarito que encontró su miga”. Poemas en los que emergen motivos ya presentes en su obra plástica.

Akira Yoshida actuó el 2 de agosto con un espectáculo titulado “Burial of the Dark”, con el que emprendió un viaje que después se convirtió en una búsqueda y terminó encontrando un baile. 

El 9 de agosto Yolanda Campos Bergua, Pilar Rius y Elisa Urrestarazu ofrecieron un concierto performance de música contemporánea evocando el Big Bang, las colisiones de agujeros negros y la gravitación, que se completó con la obra de la compositora Inés Badalo López, “Anthophila”.
Cia La Trapecionista actuó el 16 de agosto. En ella, Maitane Azpiroz presentó la coreografía “Artixipiélago”, una obra en la que la danza se eleva por los aires al son del violencello y en la que intervinieron la bailarina Teresa Magallón y el violoncelista Iván Casado.

El 23 de agosto, el escultor Álvaro Gil sacó a la luz una parte oculta de su creación artística, rescatándola del olvido y hallando nuevos embalajes al revisarlas de nuevo.

El programa finalizó el 30 de agosto con la performance sonora de Amaia Molinet y la Txaranga Urretabizkaia bajo el título “Mendikate Mendekatu”, con una banda sonora para montes cercanos que han sido lugares de resistencia y conquista, a través de varias marchas y una coreografía creada para la ocasión.