El Museo de Navarra ha presentado la publicación Cool-Jazz sobre la figura de Pedro María Irurzun, tercer volumen de la colección PhotoBolsillo. El libro recopila el trabajo del fotógrafo navarro mediante una selección de sus imágenes más representativas y un texto, reivindicándolo como figura reconocida en el panorama fotográfico de los años 1940 y 1950, como creador de estilo y voz autoral propios y activista en defensa de la fotografía como arte en España.
A la presentación del libro han asistido el Director General de Cultura- Institución Príncipe de Viana, Ignacio Apezteguía; la directora del Museo de Navarra, Mercedes Jover; la autora de la publicación, Celia Martín y la directora editorial de La Fábrica, Camino Brasa.
Tercer volumen colección PhotoBolsillo
La publicación, compuesta por 92 páginas, recoge 59 fotografías de la colección propia del Museo de Navarra, cuyos fondos fotográficos cuentan con obras de artistas de Navarra, cuyas creaciones permiten conocer a las principales voces creativas del panorama fotográfico navarro, fundamentalmente de los S. XX y XXI.
De esta manera, la publicación se suma a otras dos anteriores en esta misma colección que representan a artistas de Navarra destacados en la Historia de la Fotografía española contemporánea, y que fueron publicadas respectivamente en 2021 y 2022: Lydia Anoz (“Hortus conclusus”) y Nicolás Ardanaz (“Una mirada esencial”).
La publicación, editada en bilingüe (castellano/inglés), puede adquirirse al precio de 14,50 uros en el Museo de Navarra, en la librería La Fábrica en Madrid, en la tienda on line de la editorial La Fábrica y en librerías especializadas en arte y fotografía.
Pedro María Irurzun y el Museo de Navarra
Pedro Mª Irurzun Irurzun (1902-1958) nació en Pamplona. Fotógrafo autodidacta, fue un artista de estilo inconfundible, que en el panorama artístico español de su tiempo fue reconocido, cayendo en un injusto olvido hasta el S.XXI, cuando el Museo de Navarra adquiere su archivo fotográfico (2005).
La aportación de Irurzun a la reactivación de la fotografía artística en España desde 1940 es indiscutible. Fue habitual en los salones fotográficos y exposiciones a nivel nacional e internacional, como participante y organizador en este circuito especializado, único medio para la exhibición de fotografía artística en la época.
Promotor del asociacionismo fotográfico en España, impulsó la creación de la Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra (AFCN), junto a Lydia Anoz y Nicolás Ardanaz. Fue colaborador de las principales revistas fotográficas de la época (Sombras, Arte Fotográfico), manteniendo colaboración y amistad con figuras del momento como Ramón Batllés, José Comte, Ignacio Barceló, José Tinoco y, el Marqués de Santa María del Villar, entre otros. Compartió con su esposa, la fotógrafa Lydia Anoz, la pasión por la fotografía como medio para la creación artística, que desarrollaron en estrecha colaboración desde la exquisitez técnica y estética, en un momento difícil para este tipo de propuestas en la España de posguerra.
Sus fotografías en estudio destacan por una calidad técnica basada en un preciso control lumínico y en el diseño de las composiciones mediante el encuadre. Especializado en retrato, fue en este género en el que alcanzó su mayor notoriedad y creaciones más depuradas y personales. Sus composiciones con objetos, reportajes y sus trabajos profesionales de carácter publicitario, fueron paulatinamente olvidados tras su muerte, pese a su coherencia estilística y calidad técnica.
La voluntad autoral de sus imágenes, que buscan la belleza desde la fantasía creativa, a veces de buscada artificiosidad, a veces aparentemente sencillas y espontáneas, conserva en el presente todo su potencial de sugerencia y sensorialidad.
