Los Acordes de la Memoria, un documental sobre los lazos entre la música y el recuerdo en personas con Alzheimer

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El film retrata la utilización de diferentes metodologías activas de la música, en comunidad, utilizadas por primera vez en Navarra en pacientes afectados por demencia.  Lo novedoso e innovador de este proyecto es la aplicación de la filosofía de trabajo conocido como arte comunitario, tratando al enfermo de Alzheimer no solo como individuo independiente, sino también dentro de su comunidad.

Los Acordes de la Memoria, un documental sobre los lazos entre la música y el recuerdo en personas con Alzheimer

Los Acordes de la Memoria, una película documental que muestra los lazos entre la música y el recuerdo, a través de las historias de ocho personas aquejadas de demencias, que han encontrado, redescubriendo la música que les ha acompañado durante toda su vida, una pequeña grieta de conexión con la realidad. 

Se trata de un largometraje que trata de poner en valor la capacidad de la música para hacernos sentir mejor, para conectarnos con la realidad. 

El film, producido por Raul Madinabeitia y dirigido por Fernando Vera, ha contado con la colaboración y participación de músicos, investigadores punteros en el área de las demencias, actrices, psiquiatras, terapeutas, personas aquejadas por demencia, sus familias y la Clínica Josefina Arregui, así como con la colaboración de donantes privados.

Señalar también que el documental ha contado con la colaboración para su difusión de 12 personas reconocidas del ámbito científico, artístico, cultural y político como: el tenor mexicano, Fernando de la Mora; el director de orquesta, Frank Beerman; el saxofonista de Celtas Cortos, Goyo Yeves; el barítono Iñaki Fresán; el vocalista del grupo musical Ska-P; el humorista de Frankotirarok de Rock FM, Roberto Gañán; el artista plástico, Félix Ortega; la expresidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, el actor y presentador el programa Valla semanita, Andoni Agirregomezkorta; la actriz y el actor, Elena Irureta y Telmo Irureta; el Catedrático de neurociencia en la Universidad de Edimburgo, quien se ha formado académicamente con dos premios Nobel, Richard Morris; y el ingeniero informático y neurocientífico en la universidad de Pensilvania, Paul Yushkevichk.


Los acordes de la memoria es una película sobre el recuerdo. Sobre cómo nuestra identidad se construye a través de aquello que somos capaces de recordar, pero también a través de aquello que experimentamos, aunque lo olvidemos después. “Una mente que no recuerda también es una mente especial que puede conmover”, afirma el director del documental, Fernando Vera. “Hemos acompañado y convivido con las familias que han participado en el proyecto, y quiero agradecer expresamente su desnudez. Me han abierto las puertas de sus casas, hemos hablado sobre lo que implica esta enfermedad, me han acercado a la vida que hay detrás de esas personas afectadas. Familias que hablan con mucha generosidad porque participan en un documental pensando que su testimonio puede servir a otras personas”, explica el director. “Ha sido un proceso largo, extenuante a veces, emocionante siempre, que ampliará sin duda la visión sobre esta enfermedad y el poder de la música”, concluye. 

 

Origen del proyecto

 

El documental tiene su origen en el proyecto “La música de tu historia. Música y cerebro en comunidad”, llevado a cabo en la Clínica Josefina Arregui de septiembre de 2018 a junio de 2019, por iniciativa del director y productor Raul Madinabeitia, profesionales de la música y personal de la propia Clínica. Proyecto que culminó con un espectáculo multidisciplinar llevado a cabo en el Teatro Gayarre de Pamplona. 

 

Tras la representación del espectáculo, Madinabeitia decidió dar continuidad al proyecto a través del documental cinematográfico “Los acordes de la memoria”. Una iniciativa que nace de la necesidad de contar con un soporte audiovisual que refleje la utilización de la música comunitaria como terapia de las personas que padecen Alzheimer y su entorno, contribuyendo a su bienestar social, emocional y cognitivo, a través de las artes visuales, de una manera innovadora y artística.

El aspecto novedoso e innovador de este proyecto cinematográfico es la aplicación de la filosofía de trabajo conocido como arte comunitario, tratando al enfermo no solo como individuo sino también como un miembro de su comunidad, junto con familiares, personas cuidadoras, amistades, etc.

 

Tres ejes

El documental gira sobre tres ejes fundamentales: la ciencia, la música y la Clínica Josefina Arregui. La dimensión científica se desarrolla a través de la figura del navarro Ricardo Insausti, Catedrático de Anatomía de la Universidad de Castilla La Mancha y director del Laboratorio de Neuroanatomía Humana, que estudia la manifestación de la patología de la enfermedad de Alzheimer. Además, cuenta también con la participación del Dr. Vicente Madoz, psiquiatra y cofundador de la Clínica Josefina Arregui y un referente en salud mental en Navarra, así como otros profesionales de la neurología y la medicina.  


Dentro de este ámbito científico el documental plantea hacer visible una realidad en la que la ciencia y la pseudociencia conviven, en medio de una agonía de los enfermos de Alzheimer y sus familiares, al no existir tratamiento farmacológico alguno que devuelva a estos enfermos la capacidad de almacenar nuevos recuerdos y de dar un sentido a sus vidas. 

En este sentido, el proyecto en el que Ricardo Insausti lleva trabajando cinco años consiste en el diálogo que establece el hipocampo y el resto del cerebro, tanto en primates como en el hombre, para la formación y consolidación de los recuerdos. “A través del estudio de cerebros donados y gracias a la tecnología, podemos realizar una comparativa con cerebros vivos, pudiendo de este modo crear mapas de patologías, que permitan un diagnóstico más temprano de la enfermedad a través de marcadores de resonancia magnética”, explica Insausti. “Un avance científico que permitirá realizar una prevención precoz de la enfermedad, indicándonos si una persona está en riesgo de padecer Alzheimer antes de que aparezcan los síntomas”, aclara.

El segundo eje tiene que ver con la música, con la dimensión terapéutica, artística y, por su puesto, humana. Muestra la utilización de la música comunitaria como terapia de las personas que padecen Alzheimer y su entorno, contribuyendo a su bienestar social, emocional y cognitivo. Esto es importante no sólo porque pone en marcha técnicas musicales pioneras en este ámbito, sino porque es algo que está sucediendo aquí, en nuestra Comunidad Foral de Navarra.

Cada sábado desde enero de 2019, las cámaras del equipo de Los Acordes de la Memoria, asistieron a los talleres que se imparten en la Clínica Josefina Arregui, en la que afectados y familiares viven en primera persona el poder transformador de la música y la plástica, involucrando al entorno y compartiendo la experiencia artística. “La música no cura el Alzheimer. Sirve de estímulo para reactivar la memoria emocional y para ayudar, si se trabaja en equipo, a la mejora de este tipo de pacientes, así como a su autoestima” afirma Vicente Madoz.  

 

El documental retrata la utilización de los diferentes métodos didácticos que se están poniendo en marcha en estos talleres: Orff, Willens, Kodally, Dalcroze y Soundpainting. Se trata de técnicas utilizadas por primera vez en Navarra en pacientes afectados por demencia.

El tercer eje sobre el que se construye Los Acordes de la Memoria es la Clínica Josefina Arregui. El Centro, pionero a nivel estatal en el tratamiento de enfermedades psicogeriátricas, es parte fundamental del proyecto, a través de la historia de la figura de su fundador Felipe Lecea, el momento actual de la Clínica, y su voluntad constante de innovación y modernización en el tratamiento de las demencias. 

Se trata de tratamientos realizados gracias a un equipo multidisciplinar, cuyo objetivo es obtener la mayor autonomía posible, en un mundo con otros, para las personas afectadas. “Hoy podemos decir que el sueño que nos planteamos al crear la Clínica, junto a Felipe Lecea, mezclando tres disciplinas médicas como son la geriatría, neurología y psiquiatría, se ha hecho realidad; un sueño que pretendía mejorar la calidad de vida de las personas con demencia, posibilitando en la medida de lo posible su vuelta a la normalidad (antes del ingreso) junto a sus familias”, afirma Vicente Madoz. 

 

Reflexiones del productor

Tanto el proyecto desarrollado en 2018 y 2019, como el documental cinematográfico, han supuesto para el productor Raúl Madinabeitia una experiencia impresionante tanto en lo personal como en lo profesional. “A nivel profesional, me ha permitido llevar a cabo un proyecto cultural, aplicando los conocimientos de la música, la gestión cultural, el movimiento Artes escénicas e inserción social, arte comunitario”, afirma. Madinabeitia añade que a nivel personal le ha supuesto un gran enriquecimiento humano, reforzando la idea de que cualquier persona es capaz de hacer arte, guiada por profesionales, así como la importancia de la dignificación humana en estas enfermedades. “Las sonrisas, el bienestar, el agradecimiento de los participantes al salir de los talleres, reconociéndome por mi nombre y dándome las gracias por tratarles como seres humanos, como adultos, dignificándoles, ha sido un regalo inolvidable”, concluye Raúl. 




 

El documental pone en valor también la importancia de la CULTURA, de la música, de las artes en el género humano, poniendo de manifiesto que, sin todo ello, el género humano queda más vacío. Como asegura Richard Morris, Catedrático de Neurociencia en la Universidad de Edimburgo, a raíz de tener conocimiento de este proyecto, “la medicina y las Artes deben caminar juntas”.