La importancia de la educación financiera para los hijos

Foto: Uno de los conocimientos más útiles en el día a día es la educación financiera. Así pues, es fundamental enseñar a nuestros hijos la importancia del dinero, cómo ahorrar y cómo manejar dichos ahorros. Para ello, existen multitud de herramientas y estrategias que se pueden utilizar para inculcar educación financiera a los niños.
Foto: Uno de los conocimientos más útiles en el día a día es la educación financiera. Así pues, es fundamental enseñar a nuestros hijos la importancia del dinero, cómo ahorrar y cómo manejar dichos ahorros. Para ello, existen multitud de herramientas y estrategias que se pueden utilizar para inculcar educación financiera a los niños.
Educar a nuestros hijos acerca de temas financieros es algo primordial para que sepan cómo pueden manejar el dinero de manera efectiva cuando crezcan
La importancia de la educación financiera para los hijos

¿Por qué es importante la educación financiera para los niños? 

Enseñar a nuestros hijos la importancia de gestionar adecuadamente su dinero y de realizar un presupuesto es esencial para que, el día de mañana, sean adultos con educación financiera. Esto es fundamental, no solo para gestionar de la mejor manera posible su dinero y evitar problemas económicos, sino también para desarrollar su capacidad de retrasar la gratificación y su capacidad de ahorro.

Cómo enseñar a los hijos a gestionar sus ahorros: estrategias para enseñar educación financiera

En una sociedad tan consumista como en la que vivimos, es de vital importancia que los niños aprendan el valor del dinero y cómo deben gestionar sus ahorros. Así, los padres se deberán encargar de enseñar a sus hijos a manejar el dinero, gestionar sus gastos e inculcar la cultura del ahorro.

No solo es importante enseñar a los niños el valor de cada cosa que compren, sino también de algunos gastos de los que, tarde o temprano, deberán hacerse cargo como la luz, el agua, el gas o la compra del supermercado.

Es importante poner en práctica algunas estrategias para inculcar a los niños educación financiera, y para enseñarles a controlar sus gastos y a no malgastar el dinero. Algunas de las estrategias más útiles para conseguir estos objetivos son las siguientes:

  • Juegos de mesa: hay juegos de mesa, como el Monopoly, que enseñan, de forma lúdica y divertida, a manejar el dinero a los niños. Además, estos juegos se pueden disfrutar en familia y son muy amenos.
  • Explicar la diferencia entre el valor y el precio de las cosas.
  • Explicar la diferencia entre necesidad y capricho: es fundamental que los niños sepan que hay cosas que son necesarias y otras que no lo son, y que son mero capricho. De esta forma, se deberá enseñar que solo se podrán satisfacer los caprichos una vez estén satisfechas las necesidades básicas.
  • Cultura del esfuerzo: el dinero no cae del cielo y es importante poner en valor el auténtico valor del dinero. Así pues, los padres deberán inculcar la cultura del esfuerzo en sus hijos. Una buena forma de fomentar la cultura del esfuerzo en los niños es ofrecer una pequeña cantidad de dinero por realizar algunas tareas que no sean una obligación, como lavar el coche.
  • Pon metas de ahorro a tus hijos: utiliza una hucha para que tu hijo pueda ahorrar para sus gastos y caprichos y pon metas con ellos. Además, otra buena herramienta actual para que comiencen a ahorrar desde pequeños es crear una cuenta infantil, para que puedan ir depositando el dinero y utilizarlo en el futuro
  • Predica con el ejemplo: de nada sirve poner en práctica estas herramientas, si los padres no predican con el ejemplo y los niños ven que el dinero en casa no se administra correctamente.

¿Cuándo empezar a dar "la paga" a los hijos?

La asignación de una paga a los hijos es un tema controvertido. Sin embargo, dar una paga es una buena manera de inculcar a los hijos el valor del dinero y a manejar sus finanzas. Además, disponer de dinero propio aumenta el sentido de la responsabilidad de los niños, así como su autonomía, su autogestión y valores como la generosidad.

Sin duda, la paga es una buena herramienta para la educación financiera de los menores. No obstante, los padres suelen tener muchas dudas al respecto. Algunas de las más importantes son las siguientes:

  • La edad idónea: de acuerdo con los expertos, la edad idónea para empezar a dar la paga a los hijos son los 7 años, ya que suele ser a esta edad a la que se han dado algunos hitos evolutivos y el niño tiene cierto grado de desarrollo cognitivo más complejo. A los 7 años, el niño ya empieza a poner en práctica operaciones matemáticas más complejas y se empieza a estimular su pensamiento lógico. No obstante, se deberá tener en cuenta el desarrollo de cada niño. Por eso, también es importante que cuando el niño sea mayor de edad disponga de una cuenta de ahorros para gestionar el dinero de la paga.
  • La cantidad recomendada: en España, la cantidad que los padres suelen dar a sus hijos semanalmente es de 30 euros a partir de la adolescencia. Así pues, la cuantía de la paga dependerá de la edad del niño y de cuáles sean sus necesidades.
  • Periodicidad de la paga: otra de las dudas frecuentes en torno a la paga es si esta debe darse con una periodicidad mensual o semanal. Los expertos apuntan que lo mejor es dar una paga semanal, al menos hasta la adolescencia. Después, conforme el niño va cumpliendo años, se deberá ir aumentando el tiempo entre paga y paga, de forma que se dé la oportunidad al joven de autogestionar el dinero.

Los beneficios de la educación financiera para niños

Inculcar educación financiera a nuestros hijos tiene ciertos beneficios. Entre ellos, destacan los siguientes:

  • Preparación para el futuro: en el futuro, nuestros hijos deberán tomar decisiones económicas. Es por ello importante educar financieramente a los hijos, quienes irán adquiriendo capacidad para autogestionar el dinero.
  • Planificación: gracias a la educación financiera, los niños aprenderán a ahorrar y a planificar sus gastos.
  • Fijar sus prioridades: con una buena educación financiera, los niños aprenderán a diferenciar lo que es una necesidad de lo que es un capricho, fijando sus prioridades a la hora de gastar dinero.
  • Aumento de la responsabilidad y autonomía: con la educación financiera se permitirá a los niños gestionar sus propios ahorros, lo cual redundarán positivamente en su sentido de la responsabilidad. Además, también se fomentará su autonomía y su capacidad de autogestión.

Sin duda, la educación financiera es fundamental para preparar a los hijos para la vida adulta, siempre y cuando se pongan en práctica algunas herramientas que ayudarán a los padres en este proceso.