Las bodegas navarras y europeas, en pie de guerra contra el etiquetado de bebidas alcóholicas que ha aprobado Irlanda

Según estas organizaciones, la norma irlandesa es incompatible con la nueva legislación de etiquetado del vino y los productos vitivinícolas aromatizados, fragmenta el mercado único y discrimina a los productos importados. Además, no distingue entre el consumo moderado y el abuso de alcohol, lo que puede confundir a los consumidores
Las bodegas navarras y europeas, en pie de guerra contra el etiquetado de bebidas alcóholicas que ha aprobado Irlanda

La norma de etiquetado de bebidas alcohólicas que Irlanda quiere imponer ha provocado el rechazo de las bodegas europeas, que la consideran contraria a la legislación de la UE y al mercado único. Esta norma obligaría a incluir en las etiquetas advertencias sanitarias, el contenido de alcohol y el valor energético, entre otros datos. 

Las bodegas europeas, representadas por el Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV) y la Federación Española del Vino (FEV), han presentado esta semana sendas quejas formales ante la Comisión Europea para pedir que abra un procedimiento de infracción contra Irlanda. Según estas organizaciones, la norma irlandesa es incompatible con la nueva legislación de etiquetado del vino y los productos vitivinícolas aromatizados, fragmenta el mercado único y discrimina a los productos importados. Además, no distingue entre el consumo moderado y el abuso de alcohol, lo que puede confundir a los consumidores.

"Apoyamos plenamente la lucha contra el abuso del alcohol, pero creemos que este objetivo puede lograrse con medidas más efectivas y menos restrictivas del comercio que sean compatibles con la legislación actual de la UE", ha declarado Mauricio González-Gordón, presidente del CEEV. Por su parte, Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del CEEV, ha criticado la "falta de reacción" de Irlanda y la "inexplicable dejación" de la Comisión Europea para defender el mercado único.

José Luis Benítez, director general de la FEV, ha expresado su preocupación por las posibles barreras y el precedente "muy perjudicial" que podría generar esta norma para el sector vitivinícola. Asimismo, ha instado al Gobierno español a aprovechar el semestre de la presidencia española para presionar a la Comisión Europea y a Irlanda para que modifiquen su proyecto de reglamento.

La norma irlandesa ha sido cuestionada hasta ahora por 13 Estados miembros de la UE y por 8 países no pertenecientes a la UE ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).