Llamativa invernada de garzas reales en las rotondas y zonas verdes de Pamplona y Comarca

Foto: Garza real en una rotonda. Imagen por Gurelur
Foto: Garza real en una rotonda. Imagen por Gurelur

La costumbre de la garza real de alimentarse durante el invierno en zonas humanizadas, como por ejemplo polígonos industriales, hace que su presencia sea vista con buenos ojos en estas zonas, ya que ayudan de forma natural y gratuita al control poblacional de las a veces molestas poblaciones de roedor

Llamativa invernada de garzas reales en las rotondas y zonas verdes de Pamplona y Comarca

Entre las llamadas ciudadanas que recibe Gurelur para comunicar o consultar algún tema relacionado con el medio ambiente, hay una muy llamativa que se repite todos los inviernos Estas llamadas guardan relación con la observación  de ejemplares de garza real posadas en las rotondas y zonas verdes de Pamplona y Comarca, con comportamientos que pueden hacer creer al ciudadano sin conocimientos ornitológicos que el ave en cuestión necesita ayuda.

Desde hace unos años ejemplares de esta especie tienen por costumbre alimentarse, principalmente durante el invierno, de los roedores que capturan en las citadas zonas.  Para ello permanecen durante largo tiempo sin mover su cuerpo esperando a que los roedores se muevan, momento que aprovechan las garzas para ensartarlos con su enorme pico. Los ciudadanos comunican la observación de un ave tan llamativa y con comportamientos que pueden dar a pensar que sufren algún tipo de afección, con necesidad de atención. A esto ayuda también el que esta especie se esté acostumbrando a la presencia humana, permitiendo aproximaciones de escasos metros de las personas. 

La mayoría de los ciudadanos que comunican la observación de una garza posada en zonas humanizadas, pensando que las mismas sufren algún tipo de problema desconocen, que especie es la que observan, confundiéndola la mayoría de las veces con grullas o con cigüeñas, ya que estas especies guardan similitud con las garzas, al tener todas ellas un cuerpo de gran tamaño y unas  patas y pico largos.

La costumbre de la garza real de alimentarse durante el invierno en zonas humanizadas, como por ejemplo polígonos industriales, hace que su presencia sea vista con buenos ojos en estas zonas, ya que ayudan de forma natural y gratuita al control poblacional de las a veces molestas poblaciones de roedores. Este cambio en las presas de las que se alimenta la garza real ha sucedido desde la década de los 80, en los que las garzas estaban presentes en Navarra sólo en invierno y se alimentaban principalmente de peces y anfibios. En la actualidad esta especie está presente todo el año en Navarra. 

Gurelur, además de agradecer a los ciudadanos su interés por la conservación de la fauna navarra, informa a las personas de los motivos por los que esta formidable especie se haya presente en zonas que en un principio no se asocian con sus hábitats habituales como son las zonas húmedas y los ríos.