El Instituto de Patrimonio Cultural reconoce la actuación del Gobierno foral en la inundación del Archivo de Burlada

Considera que la "rápida gestión" evitó que los fondos "sufrieran daños aún mayores e irreversibles"
El Instituto de Patrimonio Cultural reconoce la actuación del Gobierno foral en la inundación del Archivo de Burlada

El director general de Cultura, Ignacio Apezteguía, acompañado por el presidente de la Comisión de Archivos del Consejo Navarro de la Cultura y las Artes, Íñigo Pérez, se ha reunido con una representación de la Plataforma en Defensa del Archivo de Burlada con la que se ha compartido el contenido del informe elaborado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) del Ministerio de Cultura y Deporte sobre la afección de la inundación del archivo de la localidad.

Dicho documento considera que "la rápida gestión por parte de las entidades responsables propició una primera fase de rescate, lo que pudo evitar que los fondos sufrieran daños aún mayores e irreversibles", ha destacado en un comunicado el Gobierno de Navarra.

En el transcurso de ese encuentro, se ha solicitado a la Plataforma "una rectificación por las graves acusaciones sin pruebas" vertidas sobre el departamento en torno a la relación contractual con la empresa que ha intervenido en el proceso y respecto al personal funcionario involucrado en el mismo. Además, el director general ha emplazado a la representación de la Plataforma a "aclarar algunas de las dudas suscitadas" durante la reunión con el Ayuntamiento de Burlada, titular del archivo afectado.

Así mismo, se ha mostrado la disposición del departamento y del Servicio de Archivos y Patrimonio Documental del Gobierno de Navarra a "seguir colaborando y asesorando a todos los archivos existentes en la Comunidad foral, y especialmente al de Burlada -como ya se hizo desde el mismo día de las inundaciones el pasado 10 de diciembre- para el rescate, salvaguarda y conservación de los fondos afectados por el agua".

CONGELACIÓN DE LOS DOCUMENTOS MÁS AFECTADOS

El Servicio de Archivos y Patrimonio Documental, junto con el Ayuntamiento de Burlada, ejecutaron una serie de medidas de rescate de los fondos afectados que consistieron en la planificación y elaboración de un plan viable de rescate; la extracción, registro y traslado de la documentación afectada por el agua al frontón municipal; el expurgo según criterios aportados por las autoridades competentes; y la clasificación de la documentación en base al porcentaje de humedad contenida.

Se determinaron así dos procesos de intervención: por un lado, la documentación poco afectada por el agua, para ser secada por oreo en las instalaciones habilitadas al efecto en el frontón municipal, y por otro, la documentación con mayor porcentaje de humedad, fue objeto de acondicionamiento para su posterior traslado y congelación.

El Instituto del Patrimonio Cultural de España considera que "la opción de congelar la documentación resulta ser un método eficaz de estabilización documental en caso de inundación que presenta indudables ventajas frente a otros métodos empleados históricamente" y señala que "la documentación congelada puede mantenerse en este estado un largo periodo de tiempo, según algunos autores durante un tiempo indefinido".

El mismo informe señala entre sus propuestas de actuación a partir de ahora que "habiendo analizado la información sobre el fondo afectado, y los posibles tratamientos para llevar a cabo la fase de secado, creemos que la opción más adecuada sería la proporcionada por el sistema de secado al aire, procedimiento que podría combinarse con alguna otra técnica".

FONDOS DAÑADOS

El fondo documental afectado en el archivo de Burlada está compuesto por documentación, inventariada y sin inventariar, que se ubicaba en dos depósitos subterráneos. Uno de los depósitos quedó completamente anegado por el agua, en el otro el agua alcanzó un metro de altura, aproximadamente.

Según el informe elaborado por la empresa encargada de la fase de rescate inicial, la cantidad de documentación afectada directamente por la inundación asciende a 1.984 unidades de instalación, de las cuales: 319 unidades se encontraban con un porcentaje de humedad relativamente bajo, "lo cual facilitó la realización de un expurgo según los criterios establecidos por las autoridades competentes". Del expurgo resultaron 178 unidades eliminables, quedando 141 unidades que se mantendrían entre los fondos del archivo.

La totalidad de unidades de instalación con un porcentaje elevado de saturación de humedad ascendía a 1.665, el estado de las cuales impidió que pudieran ser sometidas a expurgo en ese momento por lo que fueron congeladas. Entre la documentación afectada se encuentran cajas, libros, archivadores, carpetas y documentos sueltos.