Con motivo de la celebración del día internacional del euskera, este 3 de diciembre, los ayuntamientos de Burlada, Villava-Atarrabia y Uharte han aprobado una declaración que habla desde lo afectivo y habla de las lenguas y su función comunicativa. La misma incluye un poema de Castillo Suarez (traducida al castellano por Fernando Rey), “Lore Zauritua” (Flor herida). Poema que habla de nuestra lengua y de la necesidad de cuidarla, porque a la vez de hermosa, es vulnerable. "Tenemos una joya y debemos cuidarla", han indicado.
Estos tres municipios han colocado además carteles con la poesía por las calles.
En la declaración se recuerda que "en la actualidad, hay unas 7.000 lenguas en el mundo, pero muchas se han perdido en el camino y muchas están en peligro de perderse". "Las lenguas son patrimonio, patrimonio nuestro y de las civilizaciones anteriores. Pero también son más que patrimonio, porque las personas las tenemos como una herramienta imprescindible para la comunicación", indican.
"Nuestra lengua, el euskera, es una de ellas. Sin parientes conocidos, que ha permanecido hasta nuestros días antes del Imperio Romano. Y por eso, estamos orgullosas de nuestra lengua. Así las cosas y como decía el lingüista Koldo Mitxelena: «El verdadero misterio del euskera es la duración, no el origen». "El euskera es lo que nos hace euskaldunes y en el territorio del euskera más de un millón de personas la usamos en nuestra vida cotidiana, en el día a día", han dicho.
"Muchas burladesas y burladeses/ villavesas y villaveses/Uhartearras también tienen el euskera como idioma cotidiano. Se puede escuchar en la frutería, en el bar, en la pescadería, en la tienda de deportes y en el Ayuntamiento y por las calles del pueblo. Pero nuestra lengua, como muchas otras, está herida y por eso debemos cuidarla", finalizan y aseguran que por este motivo, las palabras del poema” La flor herida” de Castillo Suárez describen perfectamente todo lo que queremos expresar.
“La flor herida”
Esto que llevamos en el corazón solo lo podemos expresar en nuestro idioma.
Necesitamos palabras
para hablar de amor,
o de la muerte.
Necesitamos palabras para nombrar lo que nos agrada u odiamos.
Necesitamos palabras
para desperezarnos cuando estamos entumecidos
para reconciliarnos cuando estamos enfrentados,
para acercar a los alejados cuando sentimos nostalgia.
Nuestras palabras necesitan testigos, necesitan alguien que oiga nuestras preguntas, nuestras peticiones, también nuestros arrepentimientos.
Nuestras palabras necesitan un regazo donde situarse.
Y que nuestro idioma es una flor herida:
Hermosa y al mismo tiempo, vulnerable.
Nuestras palabras necesitan amparo. Pues sin amparo no se puede aguantar.
Sin amparo no se puede vivir.
Castillo Suarez
(Traducción: Fernando Rey)