Alfredo Piedrafita presenta su nuevo libro: "Bicheando por Ezkaba"

Alfredo Piedrafita es conocido principalmente por sus tres décadas como guitarrista de Barricada y, desde 2014, como componente del grupo Miss Octubre, pero posiblemente no sea tan popular su faceta como fotógrafo.

Esta afición por captar bellas imágenes le ha llevado a publicar un libro –su tercer trabajo editorial– titulado «Del ruido al silencio. Bicheando por Ezkaba» (ed. Lamiñarra), donde  acerca a un rico y muy desconocido patrimonio del monte San Cristóbal: su fauna.

En esta edición ha contado con la colaboración de los ayuntamientos de Ansoáin, Berrioplano y Berriozar, así como de la Asociación Cultural Txantrean Auzolan. Los alcaldes de Ansoáin, Ander Oroz; Berrioplano, Raúl Julio Bator, y Berriozar, Raúl Maiza, han participado hoy en la presentación de esta obra en la Casa de Cultura/Kulturgunea de Berrioza

"No demasiado lejos del ruido de la ciudad y bastante cerca del silencio se encuentran los bosques del monte Ezkaba. Vivir toda mi vida en su falda
o muy cerca de ella me ha permitido recorrerlo en infinidad de ocasiones desde niño. En los últimos años me gusta hacerlo con la cámara de fotos preparada por si salta alguna de las sorpresas que suelen ser habituales. La vida que esconde Ezkaba es mucha y, por eso, no es extraño tropezarte de frente con ardillas, corzos, todo tipo de aves e incluso mamíferos como el zorro, la garduña, la gineta..., estos más habituales por la noche, cuando el silencio es quien manda", asegura Piedrafita. 

Biografía

Alfredo Piedrafita (Barbastro, 1960). Músico de profesión, lleva más de cuarenta años dedicado al rock, la mayor parte de ellos en Barricada. En la actualidad, sigue mostrando su rock por todo el Estado de la mano de su grupo Miss octubre. En 2011 comienza a realizar fotografías, terminando más centrado en lo que a fauna se refiere, aunque sin olvidar ni el paisaje ni la fotografía nocturna. Algunas de su fotos han adornado diferentes salas de exposiciones.

Esta es su tercera publicación fotográfica después de que en 2014 editara su primer libro "La estación perpetua" (ed. Lamiñarra), con imágenes tomadas en 2013 en los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf (Argelia), donde participó en labores humanitarias. Más adelante, sus fotografías de animales ilustraron el cuento infantil Erika, no soy perfecta (ed. Erein, 2018), con textos de Alfon Bañeres, que aún hoy sigue siendo lectura habitual en colegios, dado su mensaje de autoestima en un momento tan delicado como es la niñez.