Este verano ha salido a la luz una parte más de la historia de Artica y de Navarra. La ermita de San Cristóbal, recogida en varios mapas pero todavía no descubierta, ha salido a la luz este verano en la segunda campaña arqueológica que se ha llevado a cabo en el concejo.
En 2021 ya salieron un par de metros de las murallas de fortificación del Castillo de San Cristóbal, cuya única mención se remonta a la de un trovador francés en 1276. Este proyecto, liderado por Iñaki Sagredo, ha sido posible gracia a la recopilación de mapas e información de la zona, que señalaban que además del castillo existía una ermita. Este año, la campaña se ha retomado, e incluso han participado intermitentemente 20 vecinos y vecinas del concejo de Artica en los trabajos iniciales, así como varios niños/as. Así, este verano se han descubierto 30 metros del muro del castillo y al otro lado han aparecido los restos de la ermita. Entre estos, se han encontrado diferentes restos de vasijas, una lanza de jabalina o una horquilla medieval, unos restos de cerámica que han permitido ver que hay mezcla de distintas épocas.
“Este descubrimiento es muy significativo para el patrimonio de Artica, ya que el monte San Cristóbal recibe ese nombre gracias a la fortificación de la ermita”, señala orgullosa Cristina Recalde, presidenta del concejo de Artica. Tras descubrir la ubicación del hallazgo, se ha confirmado que su situación era muy estratégica ya que desde ese punto se puede ver todo Pamplona pero también más allá del norte, con lo que desde esa ubicación podían divisar otros castillos medievales de la zona.
Desde el concejo de Artica van a trabajar para que en un futuro esta ermita sea un punto turístico cultural de la zona. “Queremos adaptarla y acomodarla con paneles indicativos, para que la gente que haga el recorrido sepa lo que está viendo”, apunta Cristina, que añade que para el año que viene ya tienen pensado hacer una exposición con los restos arqueológicos que se han encontrado.
