Asociaciones de comerciantes rechazan el desarrollo comercial de Azpilagaña Sur

Asociaciones de comerciantes rechazan el desarrollo comercial de Azpilagaña Sur

Según añaden, "la ubicación de dicho tipo de establecimientos comerciales, alejados de los núcleos y cascos urbanos e independientes a las zonas y espacios residenciales, crea nuevos hábitos de consumo perjudiciales no sólo para el comercio minorista de proximidad, que sufre el desplazamiento de los consumidores, sino también perjudiciales para el tejido social y la estructuración y cohesión social y urbana de los municipios"

 

Una treintena de asociaciones de comerciantes de toda Navarra han suscrito un escrito conjunto en el que ponen de manifiesto su oposición al nuevo desarrollo comercial de Azpilagaña Sur, en Pamplona.

Las asociaciones señalan, en el escrito remitido a los medios por la Asociación de Comerciantes de Navarra, que "el modelo del pequeño comercio minorista de proximidad y local encuentra una de sus mayores amenazas en la implantación de establecimientos comerciales colectivos, respondan o no a la categoría de grandes establecimientos comerciales, centros y recintos comerciales, en especial en aquellos que se ubican en zonas alejadas de los núcleos y cascos urbanos de los municipios y crean zonas de atracción de consumo alejadas de dichos núcleos y cascos".

Según añaden, "la ubicación de dicho tipo de establecimientos comerciales, alejados de los núcleos y cascos urbanos e independientes a las zonas y espacios residenciales, crea nuevos hábitos de consumo perjudiciales no sólo para el comercio minorista de proximidad, que sufre el desplazamiento de los consumidores, sino también perjudiciales para el tejido social y la estructuración y cohesión social y urbana de los municipios".

Las asociaciones señalan que "en todos los desarrollos normativos forales que conocemos y que afectan al comercio y al territorio se apunta a la defensa de preservar un modelo de ciudad compacta, equilibrada y sostenible, desde la ley foral de comercio del año 2001, donde se habla del mantenimiento y favorecimiento del sistema de comercio minorista dentro del núcleo urbano, pasando por su modificación del año 2010, en la que se vincula la implantación de grandes establecimientos a la existencia de una determinada densidad residencial, hasta el decreto foral 1/2017 por el que se aprueba el texto refundido de la ley foral del territorio y urbanismo, que define los criterios para el desarrollo del planeamiento general municipal y que deben estar supeditados a los principios rectores de la ley de comercio, la original y su modificación de 2010, donde se habla de desarrollo sostenible y cohesionado, movilidad sostenible e integración en trama urbana".

Según las asociaciones, "algunos de los proyectos de grandes establecimientos comerciales que se proyectan tienen difícil encaje con estos desarrollos normativos". Consideran "especialmente destacables los casos del solar de Super Ser y de la parcela de Azpilagaña Sur, ya que en el resto de casos parece esperable un redimensionamiento respecto de la propuesta inicial".

El escrito añade que actualmente existe en Pamplona una superficie comercial en activo de 412.797 m2, lo que supone una superficie inferior a la que se encuentra vacía (477.483 m2), "es decir, la tasa de ocupación de la superficie comercial de Pamplona es inferior al 50%".

Las asociaciones defienden un modelo de comercio local "con oferta comercial suficiente para vertebrar nuestros barrios, nuestros pueblos y nuestras ciudades, para fijar población y configurar un modelo urbanístico compacto, cohesionado y sostenible con acceso a bienes y servicios sin necesidad de tener que utilizar el vehículo privado, para mejorar, en suma, la calidad de vida de sus habitantes".

Así, se preguntan si "es lógico y conveniente seguir creando nuevas dotaciones comerciales en la periferia, como la de Superser o Azpilagaña Sur o fomentar el gran comercio en vertical con estas cifras de desocupación comercial que seguirán acentuando la desintegración del comercio de la ciudad y sus efectos negativos". "¿Debemos adecuar nuestro ordenamiento territorial y urbanístico y también municipal al modelo comercial de los grandes grupos de distribución o por el contrario deben adecuar su modelo de negocio a nuestro modelo de ciudad, compacta, compleja y sostenible? ¿No sería más lógico fortalecer los ejes comerciales existentes y revitalizar las zonas comerciales deprimidas dentro de las tramas urbanas de nuestros pueblos y ciudades?", plantean.