España es un país marcadamente resiliente desde un punto de vista social, según investigadores de la UPNA

España es un país marcadamente resiliente desde el punto de vista social, es decir, tiene una elevada capacidad de resistir a las adversidades y seguir adelante, según se desprende del artículo “Resiliencia social en España en un marco comparativo”, escrito por el catedrático Teodoro Hernández de Frutos y la profesora Esther Casares García, ambos, del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). El artículo ha sido publicado recientemente en la Revista Española de Investigaciones Sociológicas.

En el trabajo, los investigadores han contrastado la situación de España con la de otros siete países de la Unión Europea similares en características (Alemania, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Suecia y Reino Unido) a través de trece variables básicas en un intervalo de tiempo de once años (2010-2020). Los aspectos analizados incluyen el laboral (desempleo, desempleo de larga duración, temporalidad y trabajo compartido), la desigualdad (entre otros, se estudia el coeficiente Gini de reparto de la riqueza) o la pobreza y la deprivación. Del análisis, ambos concluyen que España es el país más resiliente de los analizados en el periodo citado, la hipótesis de partida de la investigación, puesto que ya desde su inicio podía constatarse que las cifras de los indicadores de estos aspectos son “muy elevadas si las comparamos con países de su entorno”. Siguen a España en resiliencia social Italia y Portugal.

Para el análisis, los autores han utilizado un sistema de indicadores compuestos mediante una fórmula matemática que asigna distinto peso a cada una de las variables, a partir de datos de EUROSTAT (Oficina de Estadística de la Unión Europea).

La resiliencia social y las crisis

La resiliencia es un concepto que se originó en la física de los materiales, cuando se observó que un cuerpo puede recuperar su forma habitual cuando es sometido a determinada fuerza, una vez cesa el efecto. De manera análoga, desde el punto de vista sistémico, se entiende como la capacidad dinámica de adaptarse con éxito a los desafío que amenazan la función, la supervivencia o el desarrollo de una estructura determinada, dado que existen numerosas variables que interactúan en la estabilidad de los individuos y de las sociedades. Se trata de un concepto flexible que puede utilizarse para comprender muchos tipos de sistemas adaptativos complejos, desde una persona hasta una sociedad, pasando por una familia o una organización empresarial.

Tal y como explican los investigadores, la reciente pandemia del COVID-19 ha vuelto a poner el foco en la importancia de la resiliencia social, es decir, la capacidad de las sociedades de resistir y recuperarse frente a condiciones adversas, de manera similar a como ocurrió con otras dificultades severas a lo largo de la historia, entre las que se pueden citar el crack del 29, la crisis del petróleo o las guerras mundiales.

 

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