La música es un elemento fundamental de los Sanfermines, y a todas las horas del día. Cada mañana, a las 6.45 horas salen las dianas por las calles a modo de despertador y en el coso taurino la banda de música municipal La Pamplonesa ameniza al respetable la espera del momento final del encierro. También al son de la música se desplaza la Comparsa de Gigantes y Cabezudos en las mañanas familiares; cada gigante tiene sus propios sones de gaitas y txistus.
Sarasate a mediodía se llena de jotas y por las tardes de bertsolaris o actos como el Alarde de Txistularis, al que asistieron 900 personas. Mientras, en el centro, bandas de distintas procedencias ofrecen ambientación musical en la calle a quienes almuerzan o toman el aperitivo, una actividad festivo-gastronómica que tienen su propia modalidad musical en la plaza de la Cruz.
Tras la comida, de camino a la Plaza de Toros, la música acompaña a las mulillas. Durante la corrida, entre las 19 y las 20 horas, el espacio público de Antoniutti y la plaza de la Cruz se llenan de verbenas con grupos que harán doblete y volverán a actuar a partir de las 23.30 horas, tras el disparo de la colección de fuegos artificiales de cada noche. Para quienes quieran bailar dantzas tradicionales, todos los días antes de los fuegos, de 21 a 22 horas, hay un espacio en la Plaza del Castillo, donde los gaiteros y txistularis municipales se unen a otras formaciones para permitir que cientos de personas aborden zortzikos o porrusaldas.
Son dos los escenarios musicales por excelencia, la Plaza del Castillo y la plaza de los Fueros. Esos espacios de gran capacidad son también los que concitan la mayor cantidad de público. Por un lado, en Fueros con sesión con grupos y DJs hasta las 2.00 horas y en la Plaza del Castillo donde están programados los conciertos más relevantes de las fiestas que, comenzando tras los fuegos, se extienden hasta la madrugada.
