Hermanas Hospitalarias promueve la humanización de los cuidados en salud mental

La IX Jornada “Seguridad y Gestión del Riesgo en Salud Mental”, organizada por Hermanas Hospitalarias de Navarra con el patrocinio de Janssen y la colaboración de Fundación Navarra para la Excelencia, abordó este miércoles la necesidad de transitar hacia un modelo de asistencia que priorice y tenga como pilar fundamental de actuación la calidad de vida del paciente. Además, los expertos y ponentes participantes en este foro, al que acudieron más de un centenar de profesionales del ámbito de la salud y sociosanitario, reclamaron, entre otras medidas, dar voz e implicar al usuario en los procesos terapéuticos para poder dejar atrás un sistema de cuidados actual que definieron como “muy paternalista”. 

Pamplona, 4 de octubre de 2023.- La atención médica en el campo de la salud mental es una disciplina compleja y sensible. En ese contexto, el uso de medidas de restricción, ya sean físicas o químicas, en personas que luchan con trastornos psiquiátricos debe abordarse con extrema precaución y sensibilidad. De ello trató, precisamente, la IX Jornada “Seguridad y Gestión del Riesgo en Salud Mental” organizada este miércoles por Hermanas Hospitalarias de Navarra con el patrocinio de Janssen y la colaboración de Fundación Navarra para la Excelencia. 

Una convocatoria que reunió a más de un centenar de profesionales del ámbito de la salud y sociosanitario en el Colegio de Médicos de Navarra. Ante dicho aforo, Miryam Zabalza, directora gerente de Hermanas Hospitalarias de Navarra, recordó que el tercer Plan Estratégico de Salud Mental de Navarra, elaborado para los años 2019-2023, estableció entre sus objetivos “una tendencia a la contención cero en el uso de sujeciones para incrementar la humanización en salud mental”. Y, recordó, igualmente, que el artículo 41 del Decreto Foral 92/2020, que regula el funcionamiento de los servicios residenciales, contempla como un derecho de las personas usuarias “estar libres de sujeciones físicas y químicas”. Zabalza consideró, por tanto, que lograr ambos propósitos “es un reto muy importante que se debe abordar con las máximas garantías”. Por este motivo, abogó por “la participación de todas las partes implicadas” en referencia a pacientes, familiares, cuidadores y centros sanitarios.

Siguiendo esa misma línea, la directora gerente de la Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de las Personas, Inés Francés, consideró que los profesionales sanitarios deben quitar las sujeciones de su esquema de trabajo y abandonar la idea de que son una herramienta terapéutica más. “No podemos seguir anclados en el pasado”, apuntó, al tiempo que se felicitó por la celebración de este tipo de jornadas. “Considerar la posibilidad de evitar un uso extendido de las sujeciones es ya, sin duda, un primer paso en la humanización de los cuidados”, señaló.

PARA HUMANIZAR, HAY QUE LIBERALIZAR

La presidenta de la Fundación Cuidados Dignos, Ana Urrutia, fue la primera ponente del acto y, en su presentación, demandó a los profesionales y a los gestores de los servicios sanitarios “un esfuerzo para hacer las cosas de forma diferente”. “La dignidad de la persona debe ser el pilar fundamental de nuestra actividad”, sentenció. 

Defendió, además, un cambio progresivo del actual modelo de atención paternalista por otro en el que se tenga en cuenta la voz y la opinión del usuario. “Si quieres humanizar, habrá que liberalizar y eso solo pasa por establecer procesos de cuidado de carácter preventivo y escucha activa del paciente”, señaló.  

No obstante, Urrutia quiso dejar claro que no es partidaria de la completa erradicación de las sujeciones físicas o químicas. “Mi propuesta es que las dejemos aparcadas, que solo se apliquen como último recurso y que no se utilicen a las primeras de cambio como ha ocurrido hasta ahora”, comentó. 

E, insistió en que “nadie quiere estar sujeto porque suele considerarlo un acto contra su dignidad”. Apuntó, también, que este tipo de procedimientos “no sirven de nada ni cuenta con ningún aval científico”. Por ello su conclusión fue: “Si nuestro equipo cuidador no ofrece otra posibilidad, igual ahí está el problema y los que tenemos que cambiar somos nosotros”.

EXPERIENCIAS EN PRIMERA PERSONA

La IX Jornada “Seguridad y Gestión del Riesgo en Salud Mental” incluyó, asimismo, un caso práctico a cargo de Blas Blánquez, supervisor de Enfermería en Benito Menni Complejo Asistencial en Salud Mental que las Hermanas Hospitalarias tienen en Sant Boit de Llobregat. Blánquez, en concreto, expuso el conocido como “Modelo Safewards” para abordar situaciones de conflicto que llevan aplicando en su centro desde hace año y medio. 

Dicha metodología se basa en seis estrategias claves (liderazgo por parte de sus responsables, uso de datos, formación del equipo cuidador, aplicación de herramientas de reducción de contenciones, implicación activa de los usuarios así como análisis post-incidente para mejora del procedimiento). A la vista de los resultados alcanzados hasta el momento, Blánquez defendió la utilidad de Safewards ya que “puede ayudar a las unidades y los profesionales de salud mental a limitar el uso de las medidas restrictivas y, sobre todo, las de contención mecánica”. 

ESCUCHAR AL PACIENTE

Posteriormente, se celebró una mesa redonda sobre “Humanización y eliminación de sujeciones en Salud Mental”, moderada por el director médico de Hermanas Hospitalarias de Navarra, Manuel Martín Carrasco y que contó con el testimonio de Teresa, una persona usuaria de la Unidad de Resistencia Asistida para Personas con Enfermedad Mental de la Clínica Psiquiátrica Padre Menni. “Desde mi propia experiencia, la sujeción no sirvió de nada” expuso al tiempo que se mostró convencida de que “hay que escuchar al paciente porque es el protagonista de la terapia aún incluso en los momentos de crisis”. 

Junto a Teresa también intervino la gerente de la Fundación Pública Navarra para la Provisión de Apoyos a Personas con Discapacidad (Fundapa), Cristina Iribarren quien indicó que “todas las sujeciones deben ser consentidas con la intervención de quien ejerce el apoyo de la persona asistida”. Mientras, la psiquiatra de la Residencia de Patología Mixta del Centro Hospitalario Benito Menni de Elizondo, Natalia Ávila, se mostró confiada en que “existe la oportunidad de eliminar las contenciones mecánicas. Tenemos que seguir trabajando en ello”. 

La mesa continuó con Esther Aretxabala, responsable de Gestión de Proyectos de Fundación Cuidados Dignos quien incidió en la importancia de humanizar los cuidados “desde la propia dignidad del paciente para mejorar su calidad de vida”.  Y concluyó con Virginia Basterra, de la Jefatura del Servicio Asistencial del Área de Hospitalización Gerencia de Salud Mental, para quien, “realmente se está dando la oportunidad de cambio y en esto tenemos que participar todos porque es posible”. 

Para concluir, el director gerente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, Alfredo Martínez, señaló, en la clausura del encuentro, que “la intervención precoz, la prevención o el hecho de situar al paciente en el centro y escucharlo forman parte del camino que debemos recorrer en el proceso de reordenación del sistema sanitario”. 

SOBRE HERMANAS HOSPITALARIAS DE NAVARRA

Las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús es una institución que está presente en Navarra desde el año 1904. En ese mismo año se hicieron cargo de la asistencia de mujeres en el Hospital Psiquiátrico San Francisco Javier de Pamplona, tras la firma de un contrato con la Diputación de Navarra para la asistencia de enfermos mentales.

Posteriormente, en 1950, fundaron la Clínica Nuestra Señora del Camino, precursora de la actual Clínica Psiquiátrica Padre Menni de Pamplona, nombre que adoptó en 1995. Por su parte, el Centro Hospitalario Benito Menni de Elizondo se fundó en 1938 bajo el nombre de Clínica Nuestra Señora del Pilar. El cambio de nombre al actual tuvo lugar en 1997. En la actualidad, en ambos centros trabajan un total de 285 profesionales que cuidan y atienden a un número aproximado de 365 personas usuarias.

 

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