El pamplonés Iñaki Arbilla prepara un documental sobre la vida del barrio de San Pedro que cumplirá 70 años

Este viernes se podrá visionar un adelanto de la película documental y se lanzará una campaña para conseguir testimonios documentales y apoyo económico a través de crowfunding

Pamplona/Iruña, 13 de diciembre

El escritor, periodista, guionista y realizador pamplonés Iñaki Arbilla prepara un documental sobre la vida del barrio de San Pedro en la que trabaja junto al realizador Santi Echeverría.

Este viernes se podrá visionar un adelanto de la película documental en la web https://www.sanpedrolapeli.org y se lanzará una campaña para conseguir testimonios documentales de personas que quieran aportar sus vivencias  y apoyo económico a través de crowfunding, con una campaña de financiación colectiva en la web Verkami.

Según recuerda Arbilla el barrio de San Pedro pronto cumplirá 70 años, y no hace tanto sus calles estaban llenas de vida y de niños... Ahora, hace tiempo que se siente triste y vacío.

El filme tratará de resolver la pregunta ¿Quién mató a este viejo barrio? , con la que se inicia la búsqueda de su historia. A través de diversos testimonios y encuentros pretende convertirse en una reflexión colectiva sobre hacia dónde camina nuestra sociedad.

El próximo viernes 16 de diciembre a las 12:00 horas podrás ver aquí un pequeño adelanto de esta película documental. Según el calendario previsto, la finalización del guión del documental estará listo para enero del año 2017, el rodaje terminará antes de los próximos Sanfermines y el año que viene se presentará el documental ya montado y editado en diciembre.

El documental: breve historia de San Pedro

Cuenta la leyenda que un particular donó los terrenos sobre los que el Ayuntamiento de Pamplona - Iruñako Udala edificaría a mediados del siglo XX el grupo de San Pedro, un conjunto de 265 viviendas protegidas más una plaza y locales comerciales financiadas por esta entidad junto al Instituto Nacional de Vivienda.

Pronto, San Pedro llegó a albergar en torno a 1.000 vecinos y unos 17 comercios, que se concentraban básicamente en la zona de los porches. Contaba con sus propias fiestas y, dada la ingente cantidad de jóvenes que vivían en él, se convirtió en un centro de la vida social de la Pamplona del tardofranquismo.

Pese a los reiterados intentos de sus inquilinos en convertirse en propietarios, estos nunca llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento de Pamplona - Iruñako Udala. El barrio fue lentamente languideciendo, hasta su estado actual, en el que aproximadamente una cuarta parte de sus viviendas están vacías y ha huido de la zona todo rastro de vida comercial.

¿Quién mató a este viejo barrio? ¿Qué futuro podemos esperar de él? ¿Y de todos nosotros?

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