El Traslado de la Dolorosa abre este viernes los actos de la Semana Santa en Pamplona

Foto: Loli Piquero
Foto: Loli Piquero

La Madre de Pamplona residirá en la Catedral hasta el próximo Viernes Santo acompañada del paso del Cristo Alzado, cuando ambos se unirán a la tradicional Procesión del Santo Entierro. Una vez acabada esta tendrá lugar el Sermón de la Soledad en la iglesia de San Agustín y a su finalización comenzará el Retorno, desde la Iglesia de San Agustín hasta la de San Lorenzo

El Traslado de la Dolorosa abre este viernes los actos de la Semana Santa en Pamplona

Este viernes 8 tendrá lugar el traslado de la Dolorosa desde la Iglesia de San Lorenzo, donde reside habitualmente, hasta la Catedral. El cortejo se iniciará una vez terminado el oficio del septenario, sobre las 20:30h. recorriendo las calles Mayor, San Saturnino, Plaza Consistorial, Mercaderes y Curia hasta llegar a la Seo Pamplonesa donde será recibida por las autoridades eclesiásticas de la ciudad.

Desde las ocho de la tarde, en el Rincón de la Aduana, se despacharán vales, los cuales dan derecho a la recogida de los cirios. Estos vales se canjearán por los cirios desde las OCHO Y CUARTO de la tarde en el Rincón de la Aduana, debiendo los asistentes seguir hasta la puerta principal de San Lorenzo formando filas y con los cirios encendidos hacia la calle Mayor.

El traslado, organizado por la Hermandad de la Pasión, comienza con el Hermano Guión, seguido por las cofradías de la ciudad en orden inverso a su antigüedad. Les sigue el estandarte de la Hermandad de Paz y Caridad, encargada de portar a la Dolorosa. El paso de la Madre de Pamplona es el siguiente y tras él va el clero de la iglesia de San Lorenzo. Los siguientes son la bandera y la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Pasión, organizadora del acto, seguidos por el Ayuntamiento de la ciudad. Cierra la comitiva la Banda La Pamplonesa. A su llegada a la SI Catedral el Deán de la misma, Don Carlos Ayerra, recibirá a la Virgen y dirigirá un pequeño acto.

La Madre de Pamplona residirá en la Catedral hasta el próximo Viernes Santo acompañada del paso del Cristo Alzado, cuando ambos se unirán a la tradicional Procesión del Santo Entierro. Una vez acabada esta tendrá lugar el Sermón de la Soledad en la iglesia de San Agustín y a su finalización comenzará el Retorno, desde la Iglesia de San Agustín hasta la de San Lorenzo.

El paso y la imagen de Nuestra Señora de la Soledad

Este año la Madre de Pamplona recupera su imagen inicial por iniciativa conjunta del ayuntamiento y la Hermandad de la Pasión, encargada del cuidado de la imagen. 

Se propuso recuperar el estilo tradicional de la misma, que lucía desde principios de siglo, basándose para ello en antiguas imágenes de la Madre de Pamplona, sobre todo en un primer plano de los años 50 del pasado siglo. Se decidió sustituir la toca (prenda blanca que cubre la cabeza y ajustada al rostro propio de las religiosas católicas) que vestía en las últimas décadas y sustituirlo por un chal en forma de velo. 

Este velo, realizado en seda salvaje de color natural, recupera la vestimenta clásica de la Dolorosa, en un estilo que recuerda a las vestiduras hebreas de la época y que permite dar más luminosidad a la imagen, mostrando mejor el rostro y dulcificándolo. También estrenará la imagen de la Soledad nuevos cuello y puños realizados en encaje de valencienne confeccionados por las hermanas de la Soledad. Estas mejoras unidas a la restauración que se realizó a Nuestra Señora de la Soledad en 2020 proporcionarán a la población pamplonesa una imagen de la Madre de Pamplona que no se ha visto en muchos años.

La imagen de Nuestra Señora de la Soledad fue encargada por el ayuntamiento al ser donado un manto para la anterior Virgen Dolorosa que se encontraba en la Iglesia de San Agustín. Dicho manto resultó ser en extremo suntuoso en comparación con la sencillez de la imagen, lo que motivó a las autoridades locales a encargar una imagen nueva. Esta imagen fue realizada por Rosendo Nobas en 1883.

Rosendo Nobas y Ballbe fue discípulo de Agapito y Venancio Vallmitjana (autor el primero del Cristo Yacente de la Hermandad de la Pasión). Principalmente escultor, aunque también acuarelista, fue autor de obras como el monumento a Rafael Casanova en Barcelona o el Panteón Farreras Framis en el cementerio de Montjuic. Ganó la medalla de segunda clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1871 con la obra Torero herido. En 1866 expuso en París con gran éxito. Murió repentinamente de una pulmonía que contrajo mientras cuidaba de su madre.

La imagen de la Dolorosa, cuyo cuidado está a cargo de la Sección de Hermanas de la Soledad de la Hermandad de la Pasión, presenta una gran maestría con sus arrugas de dolor en la frente, los ojos hundidos y unas preciosas manos entrelazadas. Son los ojos lo más logrado de la figura, otorgándole un gran verismo gracias tanto a su modelado como a su colocación en la talla. Las andas, diseñadas en 1928 por Víctor Eusa siguiendo su estilo característico, fueron ampliadas  en diversas ocasiones tanto para aumentar el número de portadores como para colocar el nuevo manto que confeccionaron las Madres Adoratrices en el año 1961. Dicho manto fue sufragado en gran parte por una suscripción popular. El resto lo pagó el ayuntamiento de Pamplona, propietario de la imagen, salvo cuando durante la segunda república fue cedido a la Hermandad de la Pasión (tal y como estaba especificado en los estatutos de la misma) hasta que fue reclamado de nuevo en el año 1937.