En los últimos 12 años han fallecido en Navarra 13 personas por caídas en altura y se han investigado 268 accidentes por esta causa

El Servicio de Salud Laboral del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) insiste en la necesidad de que los propietarios de naves e instalaciones industriales asuman su responsabilidad en la identificación de los riesgos y en la definición de las medidas preventivas necesarias para el mantenimiento, acceso y realización de trabajos en cubiertas.

En los últimos doce años, se han investigado en Navarra 268 accidentes ligados a caídas de altura, con el resultado de trece personas fallecidas, seis de ellas por caída desde cubierta y una por caída desde otra superficie frágil. En el último de ellos, ocurrido el pasado 3 de abril, hubo que lamentar el fallecimiento de un operario mientras revisaba unas filtraciones en la cubierta de una empresa.

Desde el ISPLN, que realiza visitas anuales a las empresas pertenecientes a actividades con un alto índice de siniestralidad, se recuerda, además, la importancia de que los servicios de prevención incluyan la situación de la cubierta en la evaluación de riesgos que periódicamente realizan en el marco de sus actuaciones en materia preventiva. Salud Laboral aporta en su espacio web ‘Alerta: accidente laboral’ análisis y recomendaciones asociadas a percances laborales ocurridos en Navarra cuyas características (gravedad, repetición, tipo de prevención y otros) requieran de su difusión.

Accidentes y recomendaciones

En la mayoría de los accidentes que se producen por caídas desde cubierta, las causas están ligadas a la fragilidad de los materiales o a su mal estado, lo que provoca que colapsen con facilidad con el peso de una persona.

A ello se añaden, además, otros factores como la no identificación o evaluación de los posibles riesgos o la ausencia de los debidos sistemas de protección durante la ejecución de los trabajos, que deben instalarse de forma correcta antes de su inicio y ser supervisados durante la ejecución, evitando la improvisación ‘in situ’ derivada de una mala planificación. Las carencias en la formación del personal que realiza este tipo de labores, sobre todo en materia de prevención, es otra de las causas que provocan este tipo de accidentes.

Para evitarlos, el ISPLN recuerda la necesidad de integrar la cubierta en la evaluación de riesgos del centro de trabajo por parte de la empresa titular, así como de planificar cualquier trabajo, por pequeño que sea, que vaya a realizarse en estas superficies. A los efectos de la prevención de riesgos laborales, aunque sea exterior, la cubierta forma parte del centro de trabajo. Una vez evaluada la cubierta, se deberá realizar la preceptiva coordinación de actividades empresariales con intercambio de información sobre las condiciones y los riesgos, así como de existencia o no de medidas preventivas.

Entre estas últimas destacan la instalación plataformas, pasillos de reparto o cualquier otra medida equivalente para evitar pisar los materiales frágiles, siempre teniendo en cuenta que, según la legislación vigente, el empresariado debe adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.

Por último, se insiste en la importancia de no bajar la guardia por el hecho de que la cubierta de la empresa o centro de trabajo sea metálica, ya que la presencia de lucernarios la convierten, igualmente, en una cubierta frágil, por lo que se deben adoptar también medidas de protección y prevención para evitar las caídas en altura.

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