Navarra va a aumentar "de forma considerable" la inversión en cooperación internacional en los presupuestos de 2022, según ha trasladado la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, a la secretaria de Estado de Cooperación, Pilar Cancela, a la que ha recibido en su despacho del Palacio de Navarra.
En el encuentro, al que también han asistido el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, y la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, la presidenta ha explicado la intención de Navarra de "reforzar su presencia en la cooperación de proyectos internacionales" a los que en 2021 se han destinado 13,7 millones de euros, cantidad que se va a ver incrementada en la previsión de 2022.
La Comunidad foral emplea un sistema de cooperación de "acción indirecta y participada", a través de las ONGD y sus socios locales, tras la previa implicación del Consejo Navarro de Cooperación, principal órgano asesor en el diseño de los planes de actuación.
En concreto, en 2021 Navarra financia 80 proyectos de cooperación. Entre ellos, destacan el Proyecto de ayuda alimentaria para la población saharaui refugiada en los campamentos de Tindouf (Argelia), a la que se han destinado 188.000 euros, o el proyecto de Apoyo al desarrollo integral de las familias vulnerables en Terrabona (Nicaragua), promovido por la Fundación Rinaldi, subvencionado con 11.000 euros, ha indicado en un comunicado el Ejecutivo foral.
Como programa de apoyo plurianual, resalta el proyecto de la UNRWA (Agencia de la ONU para los refugiados Palestinos) para realizar en los Territorios Palestinos, de trabajo de promoción de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres refugiadas a través del programa de salud materna e infantil. En los tres años de desarrollo del programa, de 2021 a 2023, se van a destinar un total de 600.000 euros.
También se colabora en microacciones de cooperación, entre las que destaca la de la Asociación El Salvador - Alkartasuna, para la Gestión comunitaria del agua y ayuda en la crisis alimentaria provocada por el COVID-19 en cuatro comunidades indígenas de Sonsonate (El Salvador), en la que se han invertido 35.000 euros.
