Permanecen evacuados los habitantes de 13 localidades afectadas por los incendios que se declararon el sábado en diversos puntos de Navarra, que mantienen dos focos intensamente activos que hacen que la situación sea muy delicada. Continúan trabajando intensamente contra el fuego los dispositivos que integran medios propios de la Comunidad foral, los aportados por el Estado y otras comunidades autónomas, incluidos 5 aviones y 10 helicópteros.
Sigue siendo preocupante la situación en el flanco del foco que, partiendo de Olleta, ha avanzado hacia Lerga, Eslava y Gallipienzo. Otro frente de este incendio, el que se dirigió a San Martín de Unx y Ujué, se mantiene asimismo activo y sin control. El fuego que se inició en Obanos también cuenta con dos frentes activos, uno que ha ido hacia el norte llegando a la cumbrera de la Sierra de El Perdón, y el segundo flanco siguió en dirección a Puente la Reina y, tras cruzar el río Arga, se ha acercado a Artazu, Guirguillano y Arguiñáriz. Ambos están activos, aunque su avance es más lento.
Los incendios de la zona de Los Arcos y el que amenazó a Arguedas y Valtierra se encuentran estabilizados y vigilados por retenes de bomberos ya que el riesgo de rebrotes es muy elevado.
En estos momentos permanecen fuera de sus domicilios tras ser evacuados de forma preventiva los habitantes de 13 localidades: Lerga, Artazu, Guirguillano, Olleta, San Martín de Unx, Ujué, Eslava, Maquirriain, Arzoz, Gallipienzo Viejo, Sansoain, Amatriain y Viguria. Está previsto que a lo largo de la mañana se hagan vuelos de reconocimiento para comprobar si se dan las condiciones para autorizar el regreso de los desalojados. El fuego no ha afectado a las viviendas de ninguna de las localidades y nadie ha precisado asistencia médica.
Así se ha puesto de manifiesto en la reunión que ha celebrado esta mañana, en la sede de SOS Navarra, el Comité Asesor de Emergencias, que celebra sesiones periódicas tras la activación del Nivel 2 del Plan Territorial de Protección Civil de Navarra (Platena) con la participación del vicepresidente y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez; la directora general de Interior, Amparo López, y el director general de Comunicación y Relaciones Institucionales, Miguel Moreno, así como los máximos responsables de la Policía Foral, Servicio de Bomberos de Navarra / Nafarroako Suhiltzaileak, Servicio de Protección Civil, Guarderío de Medio Ambiente y representantes de la Guardia Civil y del departamento de Salud.
Agradecimientos
Al término de la misma ha comparecido el vicepresidente Remírez, quien ha reiterado el agradecimiento del Gobierno de Navarra a todos los integrantes de los dispositivos que participan en la extinción de los incendios, así como a los trabajadores y trabajadoras del centro de gestión de emergencias de SOS Navarra, que ha sido reforzado y ayer registró un récord en el número de llamadas recibidas al superar las 4.400, por encima de las cifras de los primeros días de la pandemia. En general procedían de personas alarmadas al acercarse el fuego a sus lugares de residencia y consultas de quienes habían sido evacuados.
También ha agradecido la cobertura que están proporcionando otras comunidades autónomas que, ha dicho, demuestra que “la fortaleza del sistema de protección civil y la solidaridad interterritorial que funciona y trabaja con la máxima coordinación”. Remírez ha hecho extensivo su agradecimiento a los voluntarios y ha señalado la necesidad de que estos esfuerzos “se articulen a través de las instituciones”. Asimismo, ha destacado la “cobertura de muchos vecinos y vecinas de las poblaciones limítrofes a localidades evacuadas para acoger a esos vecinos”.
El vicepresidente ha añadido que “siempre con la máxima prudencia, podemos decir a día de hoy que no tenemos daños personales de importancia” durante esta situación de crisis, y que es necesario ser garantistas en la actitud preventiva, indicando que en muchas ocasiones los desalojos no se han producido “por riesgo inminente de fuego, sino para prevenir y garantizar la protección de las personas”. En este sentido, ha remarcado que durante esta mañana se está produciendo una “evaluación específica por tierra y por aire para ver si es posible que esas personas puedan volver a sus domicilios”.
Finalmente Javier Remírez ha recordado que esta tarde va a reunirse con los portavoces de todos los grupos parlamentarios a una reunión, a la que acudirá él mismo junto a la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, la directora general de Interior, Amparo López, y el director general de Medio Ambiente, Pablo Muñoz. En ella, se dará cuenta a los grupos parlamentarios “de la gestión de la situación de crisis y las perspectivas que tenemos a corto plazo de la misma”. Asimismo, ha explicado que el Ejecutivo foral solicitará, “cuando se supere la emergencia”, la comparecencia en el Parlamento de Navarra para dar las explicaciones oportunas y rendir cuentas “con absoluta transparencia al conjunto de los grupos políticos y, por extensión, al conjunto de la ciudadanía navarra”.
Recursos en activo
Desde primeras horas de la mañana 4 aviones Foca del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) realizan descargas de agua en la zona de Gallipienzo y posteriormente serán enviados al resto de focos activos. Cuentan con el apoyo de otro avión de coordinación. También trabajan en las labores de extinción 10 helicópteros: a los 2 del Gobierno de Navarra hay que sumar 8 del Gobierno de Castilla La Mancha y del MITECO. También siguen luchando contra el fuego todos los recursos disponibles, humanos y materiales, del Servicio de Bomberos de Navarra y del Guarderío de Medio Ambiente, y los facilitados por el País Vasco, los gobiernos de La Rioja, Aragón y Castilla La Mancha, y la Unidad Militar de Emergencias.
El Comité Asesor de Emergencias, en virtud de lo dispuesto al activarse el Nivel 2 del Platena, ha ratificado la orden de que los peregrinos que realizan el Camino de Santiago permanezcan en los albergues y que, en todo caso, utilicen el autobús si no quieren demorarse. También ha insistido en la prohibición de llevar a cabo tareas agrícolas que puedan conllevar riesgo de generar incendios.
