Un total de 63 localidades navarras recibirán más de 6,2 millones de euros para realizar obras de infraestructuras sociales, deportivas, culturales o de uso polivalente. Además, se incluye la rehabilitación de viviendas públicas destinadas al alquiler en poblaciones de menos de 500 habitantes.
La Dirección General de Administración Local y Despoblación ha aprobado esta quinta y última línea de Programación Local del Plan de Inversiones Locales (PIL), relativa a proyectos de dotaciones municipales y concejiles. Se unen a las líneas de renovación de redes, pavimentación con redes, pavimentación sin redes y urbanización de travesías.
Esta nueva línea incluye actuaciones como la construcción de centros polivalentes, casas consistoriales o casas concejiles; así como la reforma de centros de uso deportivos, como piscinas o frontones municipales, de edificios de uso cultural, recreativo o social, o de viviendas públicas en el caso descrito de pequeñas localidades de menos de 500 habitantes.
Mediante resolución de la Dirección General de Administración Local y Despoblación, se han admitido un total de 65 actuaciones incluidas en la línea de dotaciones municipales y concejiles para el trienio 2023-2025, así como otras 217 actuaciones en lista de reserva.
Asimismo, la resolución establece un presupuesto para esta línea de inversión de 6.258.338,59 euros para los próximos tres años, además de otros 882.621,41 euros para atender posibles incrementos y otras actuaciones por procedimiento de emergencia. Estas actuaciones, que son cofinanciadas por Gobierno de Navarra y las entidades locales promotoras, permitirán movilizar más de 13,3 millones de euros, incluyendo las aportaciones del Ejecutivo y de los ayuntamientos o concejos.
Principales inversiones
Las 63 localidades en las que se desarrollarán obras de construcción o rehabilitación de dotaciones municipales o concejiles son: Ablitas, Adiós, Aldatz, Altsasu / Alsasua, Améscoa Baja, Anotz, Añorbe, Aranguren, Arrarats, Arrieta, Arróniz, Artaza, Aurizberri / Espinal, Ayegui / Aiegi, Azoz / Azotz, Beasoain-Egillor, Beintza-Labaien, Berriozar, Biurrun, Biurrun-Olcoz, Caparroso, Ciriza / Ziritza, Egiarreta, Egozkue, Ekai, Errotz, Esteribar, Galbarra, Goizueta, Hiriberri / Villanueva de Aezkoa, Irañeta, Iribas, Irurtzun, Isaba / Izaba, Iza, Izco, Izurdiaga, Lantz, Latasa, Legarda, Lesaka, Lizasoáin, Lizoain-Arriasgoiti / Lizoainibar-Arriasgoiti, Lodosa, Makirriain, Monreal / Elo, Murillo El Fruto, Muruzábal, Obanos, Oricáin, Osacáin, Pamplona / Iruña, Peralta / Azkoien, Sagaseta, Sansoain, Uharte Arakil, Ultzama, Unzué / Untzue, Urraúl Bajo, Villatuerta, Villava / Atarrabia, Ziordia y Zubieta.
Respecto a los proyectos de reforma y rehabilitación de infraestructuras deportivas o recreativas, se promueven actuaciones en Ablitas (reforma de piscinas), Berriozar (adecuación de la piscina de chapoteo en el polideportivo municipal), Irurtzun (remodelación de piscina olímpica de Itxesia), Peralta (reforma de las piscinas municipales exteriores), Villava (nuevo vaso de chapoteo y barreras de protección en el complejo deportivo Martiket), Uharte Arakil (reforma de las piscinas municipales), Goizueta (arreglo del frontón), Isaba (reparación de la cubierta del frontón), o Lodosa (mejoras de accesibilidad al polideportivo y a la plaza de toros).
En cuanto a proyectos de rehabilitación de edificios municipales, se incluyen actuaciones en Pamplona (accesibilidad al pabellón de mixtos de la Ciudadela), Lesaka (adecuación del edificio Eskolttiki) o Ultzama (adecuación de oficinas del Gaztetxoko de Larraintzar), entre otras localidades. Destacan especialmente proyectos de mejora de edificios destinados a uso polivalente, como el caso de Beintza-Labaien (reforma integral de Casa Mattikonea para usos múltiples), Caparroso (reforma de edificio municipal de uso polivalente), Galbarra (rehabilitación de La Fragua para usos múltiples) o la construcción de nuevos centros polivalentes en Legarda o Muruzábal, entre otros proyectos.
La línea de financiación incluye también obras en sedes municipales o concejiles, como los proyectos de Alsasua (reforma y ampliación de la casa consistorial), Ciriza (reforma de la casa consistorial), Arróniz (accesibilidad en el edificio consistorial), Iza (instalación de ascensor para adecuar accesibilidad del Ayuntamiento), Murillo El Fruto (instalación de ascensor en Casa Consistorial), Villatuerta (mejora de la casa consistorial) o la construcción de nuevas casas concejiles en Azoz, Biurrun, Lizasoáin o Sagaseta, entre otras actuaciones.
Se promueven, asimismo, rehabilitación de viviendas públicas destinadas al alquiler en Aranguren, Arrarats, Egozkue, Errotz, Lantz, Oricáin, Urraúl Bajo, Makirriain, Egiarreta y Sansoain.
Tramitación y gestión
Los proyectos fueron presentados por las entidades locales de acuerdo a las líneas de inversión aprobadas en la nueva Programación Local del Plan de Inversiones Locales. Tras un plazo de 2 meses para la presentación de solicitudes, la Dirección General de Administración Local y Despoblación ha seleccionado y priorizado las propuestas recibidas de acuerdo a dos variables: el grado de necesidad de la inversión y el volumen de aportaciones percibido en planes anteriores.
Próximamente, se publicará en el Boletín Oficial de Navarra las resoluciones que recogerán tanto las inversiones incluidas inicialmente como las inversiones en lista de reserva. Desde esa fecha, las entidades beneficiarias dispondrán de cuatro meses para presentar la documentación necesaria para proceder a su inclusión definitiva en la programación. Las obras se ejecutarán entre 2023 y 2025, determinándose en el momento de la inclusión definitiva el plazo para la justificación de la finalización de las inversiones.
El PIL incorpora diversas novedades de flexibilización procedimental para facilitar una mayor agilidad y simplificación administrativa de estos proyectos. De esta manera, se adelantará y se incrementará el abono inicial, que hasta ahora se hacía con la remisión por parte de las entidades locales del acta de inicio de obra, y ahora se realizará en el momento de la inclusión definitiva del proyecto con un abono del 65% de la aportación económica correspondiente.
Asimismo, se ha sustituido la exigencia de planes financieros aprobados por cada pleno municipal por una declaración responsable sobre la viabilidad de la inversión, además de posibilitar el inicio de obras antes de su inclusión definitiva entre los proyectos admitidos.
