25 niños y niñas saharauis traen el oasis al Palacio de Navarra

Si en términos económicos una inversión espera un beneficio incierto, en solidaridad el retorno suele estar asegurado. Así sucede con el programa Vacaciones en Paz, por el que niños y niñas saharauis traen su vitalidad y alegría a Navarra en verano, en esta edición con 25 familias locales de acogida.

Por seguir con la inapropiada terminología economicista, Vacaciones en Paz es un valor refugio, en una imaginaria bolsa de valores sociales. Los cientos de niños y niñas de los campamentos del Tindouf (Argelia), que desde 1997 han pasado sus veranos en Navarra, probablemente han aportado más de lo recibido.

Esa es la impresión se ha transmitido este jueves en el Salón del Trono de la Palacio de Navarra, la estancia principal de la sede del Ejecutivo, en la que la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, ha recibido a los 25 niños y niñas y a sus familias navarras de acogida, que comparten el verano de 2023.

Así lo ha expresado la consejera Maeztu quien ha transmitido la alegría de contar con su presencia en el Palacio de Navarra, y la “muchísima ilusión que nos hace que podáis disfrutar entre nosotros de unas buenas Vacaciones en paz”, proyecto posible por el esfuerzo de la Asociación Navarra de Amigos del Sahara (ANAS) y a la Delegación Saharaui en Navarra el esfuerzo, además de las familias de acogida.

La titular de Derechos Sociales ha confrontado la pequeña dimensión geográfica de Navarra con su “grandeza en diversidad y corazón. Nuestra ciudadanía siempre se ha preocupado por los problemas que existen más allá de nuestras fronteras. Y nos hemos preocupado, en particular, por las personas y pueblos que tienen peores condiciones de vida de las que tenemos aquí”.

Maeztu ha recordado la implicación de Navarra con el pueblo saharaui y el acompañamiento del Gobierno foral en proyectos de salud, educación y suministro de alimentos. También ha expresado su gratitud a ANAS y a la Delegación Saharaui en Navarra, representadas en la recepción por Carol García y Mohamed Abdalahi Ragani, respectivamente y, en particular, a las familias acogedoras “gracias a cuya solidaridad, sé que estáis pasando unos días que van a dejar una huella imborrable en vuestra memoria. Espero, de corazón, que los disfrutéis muchísimo. Eskerrik asko. Shukran”, ha concluido.

El subdelegado del Sahara en Navarra, Ragani, ha agradecido el apoyo del Gobierno de Navarra a este programa, así como la cooperación en materia sanitaria y educativa. Por su parte, Carol García, ha subrayado el papel del Gobierno foral, tanto en la ayuda económica que supone el 50% de la inversión en el programa, como en diagnóstico, tratamiento y seguimiento sanitario de los niños y niñas que, en su día a día, "pasan mucho calor, están comiendo poquito y se van con sus 5 comidas al día y sus barriguitas incorporadas". Las miradas infantiles no tienen precio.

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