Unas escuchas a Koldo García desmontan la versión de Ábalos sobre su reunión 'casual' en una marisquería

Foto: Reunión en La Chalana. Imagen de El Confidencial
Foto: Reunión en La Chalana. Imagen de El Confidencial

Según asegura El Confidencial, el juez Ismael Moreno considera que esta cita prueba que Ábalos actuó como "intermediario" para frenar una reclamación del gobierno balear, de Francina Armengol,  a la empresa vinculada a una trama que obtuvo contratos públicos por más de 52 millones de euros durante la pandemia

Unas escuchas a Koldo García desmontan la versión de Ábalos sobre su reunión 'casual' en una marisquería

Una información publicada este viernes por El Confidencial revela que una escucha de la Guardia Civil desmontaría la versión ofrecida estos días por el exministro José Luis Ábalos sobre su encuentro "casual" en la marisquería La Chalana con su exasesor Koldo García Izaguirre.

En concreto, como explica dicho digital, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) colocaron dispositivos de audio antes de la reunión y captaron al ex edil de Huarte informando a una mujer que Ábalos vendría a tomar un vino con él después del Congreso. El juez Ismael Moreno considera que esta cita prueba que Ábalos actuó como "intermediario" para frenar una reclamación del gobierno balear a la empresa vinculada a una trama que obtuvo contratos públicos por más de 52 millones de euros durante la pandemia.

Ábalos, al ser diputado del Congreso, tiene aforamiento y solo puede ser investigado por el Tribunal Supremo. Sin embargo, los comentarios de Koldo antes de la reunión demuestran que el encuentro no fue casual. Además, la presencia de Ábalos en la cita del 10 de enero es crucial, ya que se relaciona con una conversación previa de Koldo con un presunto cabecilla de la trama. Este le pedía que informara a un tercero antes de su viaje a Perú sobre las gestiones relacionadas con la reclamación de 2,6 millones de euros a Soluciones de Gestión, empresa vinculada a la trama.

La presunta trama obtuvo un contrato de 3,7 millones de euros del gobierno balear en 2020, liderado por Francina Armengol. El material adquirido resultó defectuoso, y la reclamación del dinero se realizó tardíamente en 2023, un día antes de que la ahora presidenta del Congreso dejara el cargo.