Ha sido en Subirats, Barcelona, donde la energética Endesa, cuyo presidente es Borja Prado, ha trabajado en ampliar la red eléctrica
Esta mejora ha servido para alimentar la masía de Can Ros pero sobre todo para reforzar el suministro eléctrico de los 25.000 clientes del municipio. Sin embargo, cabe destacar que el objetivo primordial era proteger a una pareja de águilas perdiceras y otras aves que habitan en esta zona.
Una de las principales acciones ha sido la instalación de un nuevo centro de transformación rural de 100 kVA de potencia, acompañada de 750 nuevos metros de cable más grueso de lo habitual. Este cable se ha elegido por ser más visible minimizando la colisión de la avifauna.
Al mismo tiempo se le ha dotado a la línea de una protección aislante y de 160 balizas que se han colocado cada 15 metros para que helicópteros y avionetas puedan detectar más fácilmente la presencia del cableado. Además se han pintado cinco de las siete torres que están instaladas, para poder minimizar así el impacto visual.
