Asgardia y Mars 2117, la vida en el espacio cada vez más cerca

Los proyectos pretenden crear una colonia de humanos en el espacio

Pamplona/Iruña, 15 de junio

Hace un par de años que el Planetario de Pamplona en colaboración con la Sociedad Española de Astronomía consiguió llevar a Cervantes al espacio. Esto fue posible gracias al fallo del concurso NameExoWorlds, convocado por la Unión Astronómica Internacional, quien valoró muy positivamente la propuesta española.

La importancia del escritor madrileño, conocido mundialmente por su obra Don Quijote de la Mancha pero también autor de otras muchas obras como La Galatea o las Novelas Ejemplares, en las que se recoge el origen del popular blackjack en el juego tradicional de la 21, o Viaje del Parnaso, en poesía, fue determinante para su elección. Así, con más de 38.000 votos, Miguel de Cervantes consiguió el honor de renombrar a un sistema planetario situado a casi 50 años luz de la tierra. Además, los cuatro planetas que orbitan a Cervantes también han sido rebautizados con los nombres de Rocinante, Sancho, Dulcinea y, por supuesto, Quijote.

De momento, esto es lo más cercano que hemos estado de habitar en el espacio más allá del tiempo que duran las misiones espaciales de los astronautas. Pero eso podría cambiar en no demasiados años. En la actualidad ya existen proyectos para formar colonias de humanos más allá de nuestro sistema solar. Uno de ellos, y el más sonado hasta la fecha es el de Asgardia. Fundada el año pasado por el empresario ruso Igor Ashurbeyli, Asgardia es la primera nación espacial independiente y cuenta ya con más de medio millón de personas que quieren residir en ella, una cifra que supera, por ejemplo, a los habitantes de Andorra. De entre todos ellos, en su mayoría ciudadanos chinos, hay más de 10.000 españoles que se han registrado gratuitamente en la página web de la nación espacial para conseguir de manera inmediata la nacionalidad de esta región, todavía sobre el papel.

La idea de Ashurbeyli, quien también ostenta el cargo de presidente del Centro de Investigación Aeroespacial Internacional de Viena, es crear una estación espacial de carácter permanente cuyos objetivos pasan por garantizar la paz en el espacio, llevar a cabo misiones de estudio del cosmos de manera completamente independiente a cualquier estado o país de la tierra y servir como mecanismo de defensa de la propia tierra al evitar que impacten contra ella meteoritos, basura espacial u otros elementos que puedan poner en jaque la seguridad de nuestro planeta.

El primer paso para la puesta en marcha de esta nación, que tendrá incluso bandera e himno, será el lanzamiento del Asgaria-1 el próximo septiembre. Este satélite orbitará fuera del espacio que se rige por las leyes de la tierra y su misión será la de recoger datos.

Otro de los grandes proyectos que buscan que el ser humano cruce las fronteras espaciales es el de Mars 2117. Esta iniciativa corre a cargo de los Emiratos Árabes y tiene un objetivo muy claro: construir la primera ciudad en Marte de aquí a 100 años. Aunque a día de hoy la idea puede parecer una locura, el proyecto cuenta con el respaldo de diferentes instituciones científicas de carácter internacional.

Los primeros pasos de esta ambiciosa empresa pasan por formar a un grupo humano de científicos que sean capaces de desarrollar la tecnología necesaria para conseguir el traslado de seres humanos al planeta vecino. Además, los más de 100 investigadores que trabajan en Mars 2117 ya están trabajando en la construcción de una sonda espacial no tripulada que previsiblemente será enviada a Marte en 2021 con el fin de recoger información sobre el astro.

Además, los científicos también están trabajando en la puesta en marcha de un satélite para recoger imágenes así como en el desarrollo de un sistema mucho más rápido de transporte que conecte Marte con la tierra. Lo que se busca así es que, llegado el momento, la comunicación y el traslado de personas entre ambos planetas sea lo más rápido posible y pueda existir una circulación interplanetaria fluida.

Aunque queda mucho para que estos proyectos lleguen a materializarse, de hecho si la ciencia no avanza es más que probable que ninguno de nosotros esté aquí para verlo, lo que parece claro es que el espacio dejará de ser un lugar reservado para los astronautas.

Con el paso de los años películas como Passengers dejarán de ser ficciones para convertirse en realidad y quién sabe, quizás hasta podamos ser ciudadanos de dos planetas diferentes. Habrá que ir preparando el pasaporte.

 

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