El Archivo de Navarra rinde homenaje al compositor Fernando Remacha en el 125º aniversario de su nacimiento

La microexposición revela documentos inéditos y reconocimientos de la destacada figura musical navarra

El Archivo de Navarra rinde homenaje al compositor Fernando Remacha en el 125º aniversario de su nacimiento

Cuando se cumplen 125 años del nacimiento de Fernando Remacha, uno de los compositores navarros más destacados del siglo XX, el Archivo Real y General de Navarra dedica su microexposición del mes de diciembre a exponer al público algunos de los documentos que conserva relacionados con su figura y su legado musical. En concreto, se exponen algunas de sus partituras como “La maja vestida”, “¿Quién me quiere a mí?”, “Cartel de fiestas” y “Jesucristo en la Cruz”; y documentos relevantes como su solicitud de relevo como director del Conservatorio de Música Pablo Sarasate en 1973; además de algunos de los galardones recibidos a lo largo de su prestigiosa carrera, como su tercer Premio Nacional de Música, recibido en 1980.

La microexposición “125º aniversario del nacimiento de Fernando Remacha (1898-1984)” es una muestra de pequeño formato, de acceso libre y gratuito, que permanecerá abierta en la galería baja del Archivo Real y General de Navarra todos los días del mes de diciembre de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas.

Fernando Remacha

Fernando Remacha Villar (Tudela, 1898 – Pamplona, 1984) inició los estudios de violín en su ciudad natal con Joaquín Castellano, organista de la catedral de Tudela. Ya en Pamplona comenzó a estudiar violín con Felipe Aramendía. Tras su traslado a Madrid en 1911 recibió clases de violín con José del Hierro y de composición con Conrado del Campo. El día de Santa Cecilia de 1918 obtuvo su diploma en armonía, cuyo primer premio compartió con Salvador Bacarisse.

En sus primeras composiciones madrileñas Remacha recurrió a los distintos estilos compositivos de las vanguardias españolas y europeas. Así, “La maja vestida” presenta un nuevo tratamiento de lo popular, una nueva manera de entender el nacionalismo musical que fue seguida por el resto de compositores de la Generación del 27. Este ballet, compuesto en 1919, no fue estrenado hasta 1937 y sólo en su reducción para piano.

En 1923 ganó el Premio Roma convocado por la Academia de Bellas Artes. En su estancia de cuatro años en Roma trabajó con Gian Francesco Malipiero, al que consideraría como su verdadero maestro. A su regreso a Madrid se integró, por oposición, en la Sinfónica de Fernández Arbós hasta que pasó a trabajar en Filmófono, empresa cinematográfica de Ricardo Urgoiti, donde compuso música para películas como “Don Quintín el Amargao”, “La hija de Juan Simón”, “¿Quién me quiere a mí?” y “Centinela alerta”. 

El primer Premio Nacional de Música llegó en 1933 con el “Concierto para Violín, Viola, Violoncello y Piano”. Ganó por segunda vez el Premio Nacional de Música en plena Guerra Civil, en 1938, con “Cuarteto para cuerda”, obra firmada en 1924 en la localidad italiana de Asolo. En una entrevista concedida décadas después al periódico Egin, Fernando Remacha reveló que había compuesto la obra como un ejercicio para el maestro Malipiero.

Tras la Guerra Civil, Remacha fue el único de los compositores de la Generación del 27 que no se exilió. Instalado en Tudela, trabajó en la ferretería familiar. Pese a todo, continuó componiendo y en 1946 presentó una obra al Certamen Artístico-Literario de San Fermín. En el Archivo Real y General de Navarra, dentro del fondo documental Miguel Echeveste (1893-1962), organista, profesor de piano y director de la Academia de Música de Pamplona, se ha encontrado la partitura original de esa obra, de la que sólo se conservaba la copia que se presentó para el certamen. 

A partir de esta fecha, la presencia de Fernando Remacha en la vida cultural navarra fue cada vez mayor, hasta que en 1957 fue nombrado director del recién inaugurado Conservatorio de Música Pablo Sarasate. Pese a que su nuevo cargo le ocupaba gran parte de su tiempo, continuó componiendo y recibiendo reconocimientos. En 1963 obtuvo el Premio Tomás Luis de Victoria por la cantata “Jesucristo en la Cruz”. La obra fue estrenada el 27 de marzo de 1964. La edición de la partitura corrió a cargo de Pedro de Felipe, alumno y colaborador suyo. En 1967, Fernando Remacha invitó al grupo alemán “Studio der Früher Musik München” para que actuara en Estella en unos conciertos que transcurrieron paralelamente a la “Semana de Estudios Medievales”, lo que supuso el inicio de la “Semana de Música Antigua de Estella”, festival que el compositor dirigió hasta 1976. 

El cuatro de febrero de 1973, Fernando Remacha, que por entonces contaba con 74 años, solicitó su relevo como director del Conservatorio de Música Pablo Sarasate, hastiado por la gran cantidad de trabajo burocrático asociado al cargo. A partir de entonces los premios y reconocimientos hacia su figura se hicieron cada vez más numerosos. Entre ellos se encuentra el nombramiento de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Navarra o la designación como Hijo Predilecto de Tudela, ambos en 1973. En 1980 llegó su tercer Premio Nacional de Música, en esta ocasión, como homenaje al conjunto de su producción musical.